El periodista Ricardo Calderón, jefe de investigaciones de la revista bogotana Semana, fue víctima de un atentado del que salió ileso, aseguró el jueves el director de ese medio.
AP
En un mensaje de texto a The Associated Press Calderón, de 42 años, dijo que estaba bien.
Alejandro Santos, director de Semana, dijo a la emisora local RCN que el ataque contra Calderón se produjo la noche del miércoles en el municipio de Girardot, departamento de Cundinamarca y a unos 85 kilómetros al suroeste de Bogotá.
“En un peaje (Calderón) paró y lo abordó un vehículo… del que se bajaron dos personas, lo llamaron por su nombre y empezaron a disparar y él alcanzó” a ponerse a salvo “y por fortuna no le pasó absolutamente nada”, explicó Santos.
Calderón se lanzó a una zanja en la oscuridad y por eso logró salvar su vida, enfatizó Santos.
El carro de Calderón, agregó, recibió cinco impactos de bala.
El periodista iba sólo en su vehículo. El director de Semana precisó que Calderón no había recibido amenazas directas en los últimos tiempos.
“Calderón forma parte de un equipo de periodistas de la revista que indagó sobre las irregularidades en el Centro de Reclusión de Tolemaida, en donde militares condenados por las más graves violaciones a los derechos humanos han gozado de extravagantes privilegios”, dijo la edición en internet de Semana.
La oficina de prensa de la Fiscalía dijo que “a propósito de lo ocurrido con Ricardo Calderón, ayer mismo el fiscal general, Eduardo Montealegre, impartió instrucciones a Jorge Rojas, de Protección de Víctimas y Testigos, para que se ponga al frente del asunto”.
El comunicado dijo que en la jornada se le asignará el caso a un fiscal, seguramente de la Unidad Nacional de Derechos Humanos.
El Ministerio del Interior, encabezado por el ministro Fernando Carrillo, solicitó a “las autoridades competentes adelantar las investigaciones necesarias para establecer los responsables de este grave hecho que atenta, no sólo contra la vida del comunicador, sino contra la libertad de prensa en el país”.
Carrillo dio instrucciones a Andrés Villamizar, director de la Unidad Nacional de Protección, “para que de forma inmediata implemente las medidas de seguridad que sean necesarias para proteger la vida del periodista Calderón”.
En tanto, Andrés Morales, director de la no gubernamental Fundación para la Libertad de Prensa, calificó de “gravísimo” el atentado contra Calderón a quien consideró “uno de los principales periodistas investigativos del país”. Exigió a las autoridades “investigar lo que pasó” con el comunicador, quien lleva 19 años en Semana.
En febrero de 2009 Calderón inició una serie de publicaciones sobre una red de espionaje desde la policía secreta contra magistrados de la Corte Suprema de Justicia, periodistas, activistas y en general contra opositores del gobierno del presidente Alvaro Uribe (2002-2010).
A raíz de las publicaciones de Calderón en Semana, la Fiscalía General de la Nación inició una vasta investigación que a la fecha tiene tras las rejas a más de 20 ex detectives del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) o la policía secreta.
Incluso por esas ilegales labores de espionaje el ex secretario general de la presidencia durante el gobierno de Uribe, Bernardo Moreno, recientemente recuperó la libertad de manera condicional aunque sigue siendo juzgado por la Corte Suprema.
Una ex directora del DAS, María del Pilar Hurtado, se encuentra asilada en Panamá desde fines de 2010 por los mismos presuntos seguimientos ilegales a los opositores de Uribe.
Por las denuncias de Calderón sobre la corrupción en el DAS, el presidente Juan Manuel Santos decidió en 2011 desmontar esa entidad que dependía directamente de la presidencia.
Calderón también ha hecho denuncias periodísticas sobre los nexos entre el paramilitarismo y la clase política del país. Esas publicaciones, en parte, llevaron a que a fines de 2006 la Corte Suprema iniciara una investigación que a la fecha ha llevado a prisión a por lo menos 70 congresistas y ex congresistas.
A lo largo de su carrera periodística, Calderón ha obtenido 13 premios de periodismo nacionales e internacionales. Uno de ellos lo consiguió con una investigación de febrero de 2006 sobre los maltratos y abusos sexuales a que fueron sometidos 21 soldados por sus propios superiores del ejército.