Ya sea que trabajes en una oficina conservadora, o en una mucho más liberal, existen ciertos errores que todas podemos cometer al momento de maquillarnos para ir a la oficina y ninguno de ellos es aceptable. Las invitamos a conocerlos:
Smoky eye exagerado
Usar capas y capas de maquillaje negro desde las pestañas hasta las cejas puede ser muy peligroso, sobre todo en la oficina. Este look, donde hay tonos oscuros rodeando tus ojos, puede hacerte lucir cansada.
Todas nos queremos ver frescas y descansadas cuando llegamos el lunes a trabajar, por eso elige tonos más claros como el café.
Base de maquillaje dispareja
Algo que nunca debes olvidar: tu cara y tu cuello deben tener el mismo color. Para asegurarte de que tu base de maquillaje se parezca al tono de tu piel, prueba el color en la mandíbula y no en la mano. Además checa cómo luce en el sol y en la luz de interiores.
Estos dos tips hacen la diferencia y así no vas a llegar a la oficina con base color payaso y seguro todos se sorprenderán con tu piel “sin imperfecciones”.
Demasiado blush
Las mejillas con color siempre harán que luzcas más sana y linda, pero cuando exageramos puede ser perjudicial. Si usas demasiado rubor puedes lucir más grande y tu piel verse maltratada. Recuerda que puedes verte igual de arreglada si usas tonos delicados y femeninos, no hay necesidad de aplicar tonos vino o similares.
Shimmer en todo
Hay que bajarle dos rayitas al brillo. Ya sé que todas queremos ese look fresco, característico del verano, pero nada en exceso es bueno.
Cuando uses productos con un poco de brillos, como el bronzer, asegúrate de sacudirlo con golpecitos antes de aplicar el producto en el rostro, así evitas que caiga en tu cara y se haga un revoltijo de shimmer. Recuerda, menos es más.