Polémica por ropa interior antiviolaciones

Polémica por ropa interior antiviolaciones

Una pareja de emprendedores neoyorquinos ha ideado una línea de ropa interior contra las violaciones que ha desatado la polémica en las redes sociales sobre si las víctimas deben protegerse o hay que educar a la sociedad.

La nueva línea de ropa, llamada de momento “AR Wear” (AR de Anti Violación en inglés), está pensada para ser confeccionada con un material resistente a los cortes y los rasguños y que solo puede ser abierta con una clave en la parte delantera, según explicó a Efe una portavoz de la empresa.





Las prendas tendrán una estructura reforzada con forma de esqueleto, y unas correas en los muslos que se podrán adaptar antes de bloquearlas, y que una vez se ajusten no podrán ser desplazadas hacia los lados.

Además, tendrán una correa en la cintura similar a las de los muslos que sólo podrá abrirse al desbloquear una cerradura con movimientos de reloj, con hasta 132 combinaciones distintas.

Los creadores de esta especie de variante contemporánea del cinturón de castidad medieval, Ruth y Yuval, están promoviendo el proyecto desde la plataforma web “indiegogo” desde la que buscan financiación.

La iniciativa ya ha conseguido su primer objetivo con una recaudación de 52.201 dólares, por encima de los 50.000 que tenían como meta hasta el 22 de noviembre.

A pesar del éxito de la propuesta, durante el proceso de recaudación colectiva ha surgido una gran controversia en internet sobre si las víctimas deben protegerse o, en su lugar, se debe concienciar y educar a la sociedad.

La feminista Louise Pennington ya escribió en el Huffington Post que crear ropa antiviolación es sólo “una manera más” de culpar a las mujeres que son violadas, en lugar de hacer frente a la “epidemia de violencia masculina”.

Otros críticas en internet consideran que esta idea hace que “la responsabilidad de evitar la violación deja de estar en el violador para estar en la víctima”.

En contraposición, los creadores de este proyecto destacan que su producto es una “barrera efectiva” para resistir de forma pasiva a los violadores.

“Hemos aprendido que la resistencia física disminuye las posibilidades de violación”, explican Ruth y Yuval.

Además, destacó la portavoz de AR Wear, aunque este producto no es una “fórmula mágica” para acabar con las violaciones, si que ofrece “herramientas de defensa” que pueden ser útiles en algunos asaltos. EFE