Federico Black B.: Venezuela hoy, es Chávez

Federico Black B.: Venezuela hoy, es Chávez

El país se maneja como la enfermedad del difunto caudillo. Por eso, me atrevo a hacer semejante comparación y decir que “Venezuela es Chávez”. Ya verán por qué

Hugo Chávez mandó en Venezuela desde el 2 de febrero de 1999 (cuando asumió la Presidencia) hasta su fallecimiento el 5 de marzo de 2013. Fueron 14 años, un mes y 3 días de gobierno con más bajos que altos.

La enfermedad de Chávez, fue todo un misterio en cuanto a su evolución y tratamiento, que de no ser por el periodista Nelson Bocaranda, el país y sus ciudadanos y no nos habríamos enterado de algo que era asunto de interés nacional, porque se trataba nada más y nada menos que una enfermedad terminal del jefe de Estado.

Desde los más altos personeros del gobierno nacional, diputados oficialistas, alcaldes y dirigentes del chavismo se empecinaron en venderle al país que Hugo Chávez estaba bien, que su tratamiento avanzaba a “paso de vencedores” contratando con lo que algunos medios de comunicación, informaban respecto a lo que acontecía en a salud del entonces caudillo de sabaneta.

Se emitían boletines oficiales, aparecía Ernesto Villegas (entonces Ministro de Comunicación e Información) con una risa aparentemente alargada con par de teipes pegados en cada mejilla para disimular una “felicidad” como la que debe vivir el actual Ministro para la Felicidad Suprema designado por el sucesor del chavismo, Nicolás Maduro.

El misterio de la enfermedad de Chávez, duró casi 2 años (desde junio de 2011 hasta su fallecimiento en marzo de 2013) bajo un sesgo de información típico de este proceso chapista, que han asumido como política oficial la de informar lo menos posible, lo que degenera normalmente en un proceso de rumores y cuentos de camino, que efectivamente generan zozobra en la población sin ninguna necesidad, porque si el gobierno, nos dijera la verdad, muchas cosas sería diferentes.

Me atrevo a decir que “Venezuela hoy es Chávez” porque la política de gobierno se ha manejado tal cual manejaron la enfermedad del expresidente. Acá, se reniega de una crisis económica alegando que el país está siendo víctima de una guerra en ese ámbito y por eso estamos como estamos, lo que impulsa al Estado a tomar medidas desmedidas sin pensar un segundo en las consecuencias a futuro que tendrán semejantes acciones.

El gobierno nacional busca ocultar la realidad de la violencia que se vive en las calles del país y no encontró mejor manera que la de prohibir la publicación de información de las cifras de fallecidos por violencia e incluso maquillando situaciones considerando que los ajustes de cuenta no se consideran muertes violentas, sino que son eso, ajustes de cuenta. Debe ser, que quien “ajusta una cuenta”, lo hace pacíficamente.

El Banco Central de Venezuela y los encargados de las finanzas y economía nacional, esconden las cifras reales de la inflación, la disminución de la producción nacional y todo indicador que ellos perfectamente conocen sobre la difícil situación que vive el país y que con las medidas que están tomando no se logrará siquiera colocar el primer punto de apoyo para empezar a construir y corregir los desastres de los últimos 14 años (que ya van para 15) de la nube chapista que opaca a Venezuela.

Los venezolanos nos enteramos de la realidad que vivimos, porque aun contamos con periodistas acuciosos que buscan la información donde esté y poderla transmitir cada vez con más dificultad para que el país sepa lo que ocurre.

Algunos ciudadanos que contamos con espacios como este para transmitir nuestra opinión sin limitantes más que el respeto hacia quienes nos leen o son mencionados en estos espacios, buscamos hilar los datos que esos periodistas dedicados y profesionales nos aportan, para tratar de ensamblar un mejor tablero y tener una radiografía bastante certera de lo que ocurre.

Cuando Chávez estaba enfermo y en fase terminal, también salió cerrando su campaña para diciembre de 2012 brincando en una tarima, para hacernos creer que estaba más duro que un roble. Ya conocemos el desenlace de semejante teatro.

Hoy, quienes gobiernan al país, también nos venden una Venezuela fuerte y sólida. Que las cosas que ocurren son responsabilidad siempre de factores externos que buscan sabotear al país, tal y como dijeron una vez con el cáncer de Chávez, que había sido “inoculado” por agentes externos y contrarios al “comandante” y a su “proceso revolucionario”.

La pregunta es ¿vamos a dejar que el país se muera como le ocurrió al caudillo? ¿o será que lo atendemos de manera inmediata para evitar un fatal desenlace?

Expreso mis respetos a Nelson Bocaranda por su ético periodismo, a Alberto Ravell porque a pesar de ser permanente blanco de acusaciones y señalamientos de desestabilizador, se ha mantenido en Venezuela aun con las posibilidades de hacer lo que quiera donde quiera.

El país se maneja como la enfermedad del difunto caudillo. Por eso, me atrevo a hacer semejante comparación y decir que “Venezuela es Chávez”

Federico Black B.

@FedericoBlackB

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