En Venezuela se celebra hoy el Día del Periodista, a secas, como en los calendarios. Porque detrás de ese enunciado monográfico se agazapan panfletos amenazantes contra los comunicadores “incómodos”, escasez de papel, censura y, en medio de todo, silencio y eufemismos, publica La Verdad.
Desde la prensa del Estado poco se habla de “presos” y mucho de “privados de libertad”. Una etiqueta que puede homologar en la mente del público a un manifestante opositor con un delincuente común. Se reporta el traslado de privados de libertad de una cárcel a otra, y se reportan estudiantes privados de libertad por protestar.
La violencia también se edulcora. “Los asesinatos se tratan como ‘muerte’. Claro, murieron, pero asesinados. Como la actriz Mónica Spear y el turista alemán en el Hotel Eurobuilding, de Caracas”, señala Nikary González, vicepresidenta del Colegio Nacional de Periodistas (CNP). “Es una estrategia deliberada de callar a los medios. Nos están diciendo que tenemos que hacer un periodismo rosa”.
Limitados
Las inexistentes subastas en Sicad I y II para la compra de papel empuja a los medios a sacrificar la noticia, a velar especialmente por las noticias “duras”, lo macro. Los “pequeños” problemas vecinales y las informaciones “light” se relegan.
“Dejas por fuera temas comunitarios y culturales que son muy importantes. La urgencia nos limita. Cuando el periodista tiene que sacrificar espacio, está afectando a la comunidad”.
Celebración
El Día del Periodista se celebra en Venezuela todos los 27 de junio para recordar la publicación del primer ejemplar del Correo del Orinoco, creación del Libertador Simón Bolívar. Circuló en 1818 con una de sus frases que, como la mayoría, retumba casi dos siglos después: “Somos libres, escribimos en un país libre y no nos proponemos a engañar al público”.