Noél Alvarez: Calles expropiadas

Noél Alvarez: Calles expropiadas

thumbnailnoelalvarezUno de los mayores sustos que puede sufrir cualquier persona es llegar al sitio donde dejó  estacionado su carro y no hallarlo. Lo primero  es tratar de encontrar algún indicio que permita determinar dónde está.  Si en la acera se observa una especie de petroglifos garabateados con tiza, esto significa que fue remolcado por las autoridades y depositado en un retén de tránsito.

Si se trata de un remolque la persona  siente  alivio, sin percatarse que está siendo víctima de uno de los tantos abusos que el poder le aplica día a día. La Constitución Nacional en su articulo 49, numeral 7, establece que: “No se deberá aplicar más de una sanción para castigar una misma infracción o delito”. Entonces, ¿por qué  las autoridades, además de aplicar multa, cobran por concepto de remolque del vehiculo? ¿Por qué hay que pagar por tener el carro retenido? Además, en algunos casos, también le colocan la indeseable calcomanía en el parabrisas.

En todos estos procedimientos existen daños colaterales que no están establecidos en ninguna norma, pero que igualmente los sufre el ciudadano, por ejemplo,  los desperfectos que le ocasionan al  carro  derivados de los métodos medievales que utilizan para su remolque, el tiempo laboral que tiene que perder el propietario para trasladarse de un lado a otro con el fin de pagar la multa, ya que en el retén de vehículos no existe una taquilla recaudadora. Ruegue a Dios que una situación de remolque no le ocurra un viernes por la tarde.





Imagino que el objeto de implementar medidas tan impopulares como ésta debe ser intentar mejorar el tránsito, recaudar fondos o las dos propuestas anteriores. Estoy persuadido que en esta ecuación pesa más el segundo factor, por lo que me atrevo a sugerirle a los señores alcaldes, tanto del oficialismo como de oposición, que existen métodos más eficientes para recaudar impuestos y que no vulneran los derechos ciudadanos, entre ellos, implementar  el abandonado uso del parquímetro. En una ciudad carente de estacionamientos, se podrían  colocar cientos de parquímetros en las calles secundarias de los municipios.

Basta observar la actuación de los llamados “bien cuidao”, que se dedican a resguardar los carros,  cobrando en las calles tarifas más elevadas que los estacionamientos. También es recomendable que los municipios asignen policías de cuadra para vigilar el cumplimiento del tiempo establecido en el parquímetro y que además podrían resguardar los bienes. Estoy seguro que con medidas fáciles de implementar a un bajo costo, lograríamos resolver los problemas más acuciantes de la sociedad y convertiríamos a las ciudades en unos sitios más amigables para la gente.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente

@alvareznv