Escribir sobre lo que hoy ocurre en Venezuela, nos lleva a un punto común que hemos venido planteando durante todos estos tiempos y hemos venido enfrentado a la par, nunca un gobierno en Venezuela tuvo tanto dinero y tanto poder como para haber producido el cambio que el pueblo hace veinte años esperaba que ocurriera y lamentablemente esos sueños para lo cual trabajamos millones de venezolanos se convirtieron en la peor desgracia y en la peor tragedia por la que hoy atraviesa el país. Yo no creo que se debe descalificar a alguien en un liderazgo porque sea pobre, porque sea rico, lo que si forma parte hoy de todo este desastre histórico que vivimos es que hemos estado en manos de un liderazgo analfabeta funcional desde el punto de vista político.
No es justo lo que le ha ocurrido a nuestro país, y lo peor es que estos señores que hoy gobiernan que saben que ya acabaron con todo, creen además que por la vía de la violencia, de la intimidación, del chantaje y del uso de la fuerza, podrán mantenerse en el poder, y por eso todos los días inventan un acontecimiento nuevo, ya no sólo se trata del magnicidio repetitivo y del golpe inventado que vergonzosamente Nicolás Maduro sin ningún tipo de escrúpulo y con su cara bien dura y bien lavada, sale cada vez que le da la gana, a decirle al país que lo quieren matar o le quieren dar un Golpe de Estado, sino que además de esta estrategia desesperada del gobierno de permanecer en el poder a cómo de lugar y cueste lo que les cueste, pretenden meternos en un espiral de violencia que puede traer consecuencias en Venezuela muy lamentables, incluso mucho más de lo que hasta ahora ha ocurrido.
Hay quienes le han pedido la renuncia a Nicolás Maduro y en un país libre y además donde la Constitución nacional lo establece, no sólo puede pedírsele al presidente sino a cualquier funcionario electo por el mandato popular la renuncia, y sólo por ese derecho, estos señores saltan como perros y como hienas como lo han hecho contra Antonio Ledezma, como lo hicieron con Leopoldo López, Daniel Ceballos y Enzo Scarano, y como lo hacen en estas horas contra Julio Borges. A Julio se le está acusando de participar en un golpe del cual no hemos visto ni una sola prueba seria y responsable al respecto que pueda involucrarlo a semejante irresponsabilidad. Además ya ha comenzado su fusilamiento moral en esa Asamblea Nacional, cómplice e irresponsable dirigida por el más inepto y cobarde de todos los que dirigen ese proceso y que revolucionario como es Diosdado Cabello. Han iniciado un proceso que lleva como objetivo el allanamiento de la inmunidad parlamentaria, de uno de los hombres que en Venezuela ha dado durante su trayectoria de vida, las más altas demostraciones de ser un demócrata convencido además de que la vía y el camino de un cambio, tiene que ser constitucional, pacífico y democrático.
Por cierto en este esquema fundamental para garantizar las libertades en el país, este gobierno no cree, porque cada vez que hablan, es para decir que quienes adversamos el gobierno, jamás volveremos, y yo me pregunto, sí fuésemos nosotros los que dijéramos eso en cualquier circunstancia o escenario, inmediatamente vamos presos o enjuiciados, porque ellos se creen los dueños de la verdad, de la razón y lo peor aún, se creen los amos del país. Es por ello que comparto un pensamiento que expresó Julio Borges en la Asamblea Nacional, que dice que no hay más poderoso que el tiempo de una idea cuando le llega su tiempo. Y lo que está ocurriendo y ellos saben es que llegó el tiempo de cambiar en Venezuela.
No obstante, ellos para tratar de evitar que ese cambio trascendental ocurra, van a apelar a todas las artimañas, trampas, amenazas y estrategias más viles que puedan existir, y para eso tenemos que estar preparados para enfrentar lo que venga y cómo venga. Está prohibido tener miedo, arrepentirse, achicopalarse, desilusionarse, este es el momento más oscuro de la historia de este país, pero es entonces cuando tenemos que sacar nuestras mayores fuerzas y capacidades para dar los pasos que tenemos que dar, porque jamás en la historia de Venezuela, hubo tanto control sobre todas las instituciones, especialmente, sobre los medios de comunicación, de persecución, de chantaje y de compra de éstos por parte de testaferros del gobierno, para que silencien la verdad, pero ni siquiera así lo podrán lograr, porque la verdad está allí a los ojos de todos.
Hoy aplican toda la artillería contra Julio Borges, como lo hicieron con Antonio Ledezma, con Leopoldo López, con Enzo Scarano, con Daniel Ceballos y contra nuestros estudiantes, los han atacado y pretenden enjuiciarlos sin un debido proceso, porque se trata de un juicio político, más no jurídico. Aquí ellos lo que han inoculado es un gran odio en el país y un enfrentamiento a muerte entre hermanos.
Por ejemplo, el odio que han inculcado en las nuevas instituciones policiales entre comillas, como es el caso de la Policía Nacional Bolivariana. Cada vez que hay una graduación de una promoción de este cuerpo policial, se les dice como consigna y como divisa, que tienen que ser policías revolucionarios, que tienen que ser policías para servirle a la revolución, y según el gobierno, los que no estamos con esa revolución corrupta, somos enemigos del pueblo. Y obviamente los resultados empezamos a verlos, al conocer de la tragedia más horrible, que ha pasado en los últimos tiempos, como es que un policía tranquilo y frescamente pueda darle un tiro en la cabeza a un niño de 14 años en Táchira, y luego darse a la fuga como si nada hubiese pasado. Como padre de familia sentí una profunda indignación por eso, pero luego que han transcurrido las horas, esa rabia y ese dolor, debemos convertirlos en fuerza para impulsar el cambio. Porque sí ese es el hombre nuevo del que ellos hablan, de formar con odio y con venganza, para que vierta todo su furia contra el pueblo, que Dios nos agarre confesados!, porque es inaceptable que un funcionario que sienta que alguien proteste para reclamar un derecho que constitucionalmente le asiste, lo aniquile por traidor a la patria. Ese es el país que tenemos en este momento y ese país hay que cambiarlo, sin importar de lo que nos acusen, pero esa realidad que tenemos hoy no le sirve ni a esta ni a las futuras generaciones.
Hoy más que nunca trabajemos por el cambio, porque ellos entre otras cosas persiguen que nos desilusionemos y pensemos que no vale la pena nada. Claro que vale la pena, claro que los podemos derrotar y el punto de quiebre definitivo de esto que ocurre, son las elecciones parlamentarias. Pongan el día, la hora, la fecha para que nosotros vayamos a ese encuentro histórico, y será con votos y con la voluntad del pueblo que terminaremos de cerrar este capítulo y esta página negra de la historia de Venezuela. Unión y cambio es lo que nos queda.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia
@ismaelprogreso