Mexicanos condenados a muerte en Malasia reciben gestos de apoyo del Papa

Mexicanos condenados a muerte en Malasia reciben gestos de apoyo del Papa

FOTO EFE
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Los tres hermanos mexicanos condenados a muerte en Malasia se encuentran bien de salud y han recibido gestos de apoyo del Papa Francisco, dijo el jueves a la AFP el embajador de México, que avanza que el proceso para pedir el indulto real demorará varios años.

por Yemeli Ortega/AFP

Este jueves, la más alta instancia judicial de Malasia desestimó un recurso de apelación presentado por los hermanos González Villarreal, condenados a muerte en 2012 por delitos de narcotráfico de los que se declaran inocentes.

Los tres hermanos “de salud están muy bien”, explicó vía telefónica el embajador de México en Malasia, Carlos Félix Corona, precisando haberlos visitado personalmente en una cárcel que queda a unas tres horas de Kuala Lumpur.

“Esta cárcel está en buenas condiciones. De hecho es una cárcel modelo en donde los presos realizan una serie de actividades para que puedan rehabilitarse a la sociedad”, explica.





Los hermanos González Villarreal, Luis Alfonso, de 47 años, Simón, de 40, y José Regino, de 37, también han recibido asistencia espiritual en la prisión.

“A través del nuncio apostólico, el papa Francisco les envió imágenes de él, les envió rosarios, lo que ha contribuido mucho al ánimo espiritual de ellos”, asegura el embajador.

Los hermanos, originarios del estado de Sinaloa (noroeste), acogieron con calma la decisión del jueves en la Corte Federal de Malasia, e incluso esbozaron una sonrisa al abandonar la sala.

Alejandrina, una hermana de los reos, y la esposa de Luis Alfonso pudieron acompañarles en la audiencia, señala el embajador.

Pese a que su defensa analiza pedir una revisión del fallo del jueves, el gobierno mexicano ya vislumbra que la última opción para evitar la horca será una solicitud de clemencia real por razones humanitarias, que solo se concede en rarísimas ocasiones.

El indulto sería solicitado al sultán de Johor, el estado meridional donde en 2008 los hermanos fueron detenidos en una fábrica donde se encontraron 30 kilos de metanfetaminas y material para producir droga.

“Los abogados consideran que (el indulto) quizás pueda llevar entre dos o más años a partir del inicio del proceso”, señala Corona.

El embajador insiste en el firme rechazo a la pena de muerte del gobierno de México, un país que enfrenta desde hace años un feroz combate contra los cárteles de la droga en el que han muerto miles de personas.

En la actualidad hay 82 mexicanos detenidos en cárceles de Asia, 78 de ellos por delitos contra la salud (narcotráfico), según datos de la cancillería.

En México, la familia de los tres hermanos dejó la casa en que vivía en Culiacán, capital de Sinaloa, a 1.200 km de Ciudad de México, constató un corresponsal de la AFP.

Anteriormente, los integrantes de esta familia habían permanecido en comunicación con los medios informativos y junto a ellos vieron, en transmisiones por internet, cada uno de los pasos de este proceso judicial.

En 2013, la familia dijo que llegó a empeñar la casa en su búsqueda de recursos para el proceso legal.

Desde su detención, Luis Alfonso, Simón y José Regino alegan que eran simples trabajadores de la limpieza y que ignoraban que en esa fábrica se producían drogas. También explican que habían viajado a Malasia buscando oportunidades de empleo fuera de México.

Antes habían colaborado con su familia en la fabricación de ladrillos cuando vivían en un inseguro barrio de la capital de Sinaloa, la región más emblemática del narcotráfico mexicano. AFP