En Venezuela la cultura del verde olivo en Gobernaciones, Alcaldías y Ministerios lo implemento el difunto de Sabaneta cuando les dio toda la beligerancia política para las toma de decisiones en lo social, económico y político para enchufarlos en todos los espacios clave para garantizar que las Fuerzas Armadas controlen al pueblo.
Los militares venezolanos se han convertido en el sector más corrupto de la sociedad venezolana ya que han tenido pactos con la guerrilla colombiana y con los narcotraficantes que han minado de droga todas nuestras fronteras enriqueciendo a militares en ejercicio y en funciones revolucionarias, dejando a un lado el principio de protección y garante de nuestra soberanía.
Así mismo los militares se han enchufado de tal manera que todas las prebendas que le da el gobierno de Nicolás Maduro le permite tener carros, créditos, mercados gratis, cupos en universidades y todas las comodidades que las mieles del poder le dan por ser un brazo ejecutor del régimen. Mientras eso suceda no hay oportunidad para el cambio democrático, porque la agenda de los militares es la de enriquecerse y no la de poner orden en la sociedad.
Ya los militares son una elite que hasta el más humilde de los barrios los rechaza por su postura acomodaticia. Toda Venezuela sabe que los militares saquearan y permitirán que saqueen al país ante su mirada cómplice.
Es por esta razón que el pueblo venezolano debe comenzar a enfilar batería contra los militares corruptos, colaboradores del régimen tirano y violador de Derechos Humanos. Es la hora de denunciar a los que por años se hicieron del poder por medio de las armas y ahora la secuestran con el discurso de inclusión cuando solo ellos están incluidos con sus familiares.
Los militares no pueden seguir repartiéndose el país como si fuera una piñata, el porcentaje de funcionarios de la institución castrense en todo los guisos es una cosa aberrante y digno del rechazo del pueblo que sufre mientras ellos se enriquecen a costa de lo que sea.
Ya es la hora de mandar a los militares para sus cuarteles, que dejen de vender papa y hortalizas en calles y avenidas, de cuidar colas en los mercados y la de estar vigilando los pasos de los jerarcas del gobierno.
Que no nos vengan con cuento que militares, pueblo y revolución son la clave del éxito, porque ellos arruinaron al pueblo con esa triada diabólica que para lo único que sirvió fue para darle riquezas a los militares inescrupulosos.
Ojala los militares institucionales que quieren al país se levanten y denuncien toda la corrupción en la institución castrense y no sean cómplices de los enchufados.