Pedro Vicente Castro Guillen: La MUD no es el enemigo

Pedro Vicente Castro Guillen: La MUD no es el enemigo

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Estas líneas no son para atizar aún más las pugnas entre partidarios y adversarios opositores a la MUD, muy por el contrario, pretende ser una reflexión sobre la necesaria unidad si queremos alcanzar en la liberación del país de este protervo régimen chavista.

Lo primero es que la MUD se forma por una alianza electoral de partidos luego de que la oposición al régimen retomara el camino de la lucha electoral, después de nuestra participación en las elecciones presidenciales en el 2006.

En este espacio conviven alrededor de 32 organizaciones de muy disímil pensamiento, criterio e ideología sobre las formas de encarar la democracia, diferencias prácticas y abordes teóricos que poseen puntos importantes de encuentro pero que no se anulan entre sí. Esto es a nuestro juicio, su más valiosa e imprescindible característica, porque entiende la diversidad y pluralidad del juicio político, la necesidad de entendimiento, del respeto y la tolerancia frente al contendor y postula la lucha democrática como un conflicto agonal y no como en la izquierda radical como guerra irreconciliable de intereses amigo/enemigo.





Este conflicto fratricida es harto inconveniente y totalmente fuera de foco porque es el resultado de una incomprensión e intolerancia frente a políticas que se desaprueban. Por qué en vez de tratar de comprender sus diferencias dentro de la racionalidad política, que es donde pueden conseguir fundamento y justificación, pasamos al argumento descalificador o directamente al insulto, rebajando la política que no cuenta con nuestro consentimiento a ser el resultado de una negociación con factores del régimen, o al comercio económico entre los líderes de oposición y del PSUV.

La verdad el asunto consiste en observar las diferentes líneas políticas de los partidos y líderes de oposición, como lo que son, posiciones políticas, que se justifican al interior de un determinado marco táctico y estratégico y que obedecen también a un determinado fundamento teórico e ideológico.

Ajustarse a una posición estratégica y teórica que sólo considera central el camino del sufragio y pone en segundo lugar otras opciones –nos guste o no- es una posición política tan respetable como la que considera que hay que votar y protestar porque no se encuentran contradicciones en estas opciones. No es el resultado de manejos deshonesto o de la ominosa convivencia entre líderes de oposición y del régimen para garantizar que este desastre dure hasta el 2019. Verlo de esta forma tan visceral no tiene ninguna justificación objetiva, porque todo el que hace oposición en Venezuela tiene una alta posibilidad de ser agredido por el régimen, ya hemos visto con mucha frecuencia como supuesto aliados del oficialismo son víctimas de la represión. La realidad es que si usted no es un incondicional del chavismo siempre estará sujeto a la posibilidad de ser reprimido y atropellado en sus derechos por un Estado que ha secuestrado todas las instituciones.

La unidad es hoy nuestra única ventaja frente al régimen. A éste le aterra no haber podido fracturarnos a pesar de los desencuentros entre nosotros. Las elecciones primarias se constituyen en una primera victoria en el camino hacia el triunfo electoral –que no está dado de manera automática-, si no seguimos trabajando denodadamente por sumar a cada vez mayores sectores descontentos a la idea de que sólo en democracia se podrá salvar nuestra nación y recuperar la senda del desarrollo económico, social, político y cultural del país en paz. La MUD no es el enemigo, el adversario es el chavismo.
Dr. Pedro Vicente Castro Guillen
@pedrovcastrog