Cuando cae el sol, el miedo se apodera del centro de Puerto La Cruz

Cuando cae el sol, el miedo se apodera del centro de Puerto La Cruz

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A las 6:00 pm comienzan a bajar las santamarías de los locales ubicados en la calle Buenos Aires de Puerto La Cruz. ¿El motivo? La inseguridad, que ha obligado a los comerciantes a reducir el horario de trabajo. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Giovanna Pellicani

A esa hora las paradas de los carritos por puesto, que ocupan gran parte de esa vía, “están repletas” de pasajeros de las rutas La Caraqueña, Po­zuelos, Las Delicias y Chuparín.

César Cova, quien cierra su tienda en el CC La Gracia de Dios a las 5:30 de la tarde, debe esperar casi dos horas en la larga fila para abordar una unidad que pasa por Las Delicias y La Caraqueña para poder llegar temprano a su casa.

“Ahora los malandritos llegan a las paradas y atracan a las personas que tengan bolsas con productos regulados. Na­die dice nada”, comentó.

A las 8:00 de la noche son pocas las personas que se observan en el centro porteño aguardando por algún carrito por puesto. Quienes no consi­guen se montan en unidades piratas o toman un taxi por te­mor a ser víctimas del hampa.

Hasta los mototaxistas que trabajan en la calle Buenos Ai­res se retiran antes de las 8:00 de la noche por la inseguridad.

Y es que supuestamente ni a los funcionarios policiales se les ve pasar por la zona, lo que, al parecer, ha incidido en el incremento de los hechos delictivos. Esta situación ha llevado a la quiebra y cierre definitivo de una venta de repuestos, una pollera y una carnicería que funcionaban en la concurrida calle, según los usuarios.

Las ventas eran buenas

Para algunos como Lorenzo Guzmán, quien atiende una de las quincallerías de la calle Buenos Aires, las ventas han disminuido 40% este año.

“La gente ahora se dedica a hacer colas para comprar productos regulados y cuando vienen a las paradas ni entran a los negocios porque gastaron el dinero”, contó.

Lo mismo opinó Antón Ca­bral, quien vendió CD “que­maditos” durante 10 años, pero hace tres meses cambió de ramo. Dice que ahora se dedica al “bachaqueo”.

Gustino Montes también está pensando en dejar de vender tequeños y papelón porque lo han atracado tres veces en lo que va de 2015.

Los tienen a monte

Al amanecer muchas son las sorpresas que se llevan los dueños de comercios de la calle Buenos Aires.

Antes de abrir sus santama­rías cuentan los bombillos que fueron hurtados durante la noche. También verifican si aún permanecen los compresores de los aires acondicionados que reposan en los techos de los comercios, pues ahora es el modus operandi de los delin­cuentes que merodean por el lugar.

Muchos coinciden en una sola solicitud: un puesto poli­cial para la calle Buenos Aires.

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