Leopoldo López ha pasado de tener cientos de libros a so?lo cuatro en la prisión militar de Ramo Verde (a las afueras de Caracas). La Biblia, dos volúmenes de San Ignacio de Loyola y «El hombre que amaba a los perros», de Leonardo Padura, son las lecturas que le ayudan a matar las horas al líder opositor «injustamente» preso desde hace 16 meses. «Le envían lecturas muy escogidas, pero cuando recibe un nuevo libro, tiene que desprenderse de otro, solo le dejan tener cuatro», explica Antonieta Mendoza. Entrevistados por ABC durante su visita a Madrid para denunciar la situación de su hijo y los demás presos políticos, sin olvidar la crisis generalizada de Venezuela, los padres de López lamentan que se hayan endurecido las condiciones carcelarias del líder de Voluntad Popular, según lo reseña abc.es
Por Carmen Muñoz
El control de los libros por sus carceleros no es lo peor. «Mi hijo está absolutamente aislado en la torre de castigo de Ramo Verde, que tiene trece celdas y solo una está ocupada, la suya. El habitáculo mide 2,7 x 2,7 metros, tiene una ventana muy alta y tres custodios están al otro lado día y noche», relata Leopoldo López Gil. Antes de febrero, el opositor ocupaba una celda mayor, con espacio para una biblioteca, una mesa de trabajo, una pequeña cocina y una pizarra. Desde su detención, el 18 de febrero de 2014, sus padres denuncian que todossus derechos han sido violados. Solo sus familiares y abogados pueden visitarlo. Cuando estuvo nueve meses «castigado» solo pudieron hacerlo sus hijos, por la ley de protección del menor. Durante los treinta días de huelga de hambre, que abandonó cuando el Gobierno de Nicolás Maduro fijó al fin la fecha de las legislativas, también estuvo tres semanas castigado. «Por órdenes superiores», les dijeron.
No pueden haber comicios democráticos con líderes de la oposición presos