Con la informalidad que los caracteriza y esa improvisación que tiene a Venezuela al borde de un abismo amenazador, los enchufados de Miraflores presentaron al país un nuevo enroque ministerial, para lanzar al ruedo parlamentario a las mismas caras del caos. Toda una novedad, digna de ser notificada al país a través de la red social twitter.
¡Y cómo no, si es más el tiempo que pasan viajando que gobernando!
En fin. Son los mismos personajes, cómplices de la destrucción de nuestra Patria, los que pretenden sentarse en una curul de la Asamblea Nacional para seguir burlándose del pueblo; ése que desde hace 16 años padece las consecuencias de políticas retrógradas y egoístas que nos tienen sumidos en deudas, horror, inseguridad, dolor, humillación y hambre.
¡Mismas caras, mayor radicalismo! Que lo sepan los venezolanos.
Ni hablar del salta talanqueras. Ése de apellido Ojeda, que llegó a la Asamblea Nacional de la mano de la UNIDAD y que en su afán de poder le dio la espalda a quienes depositaron su confianza en él, en el año 2010. Eso en criollo lo llaman oportunismo, y en mi pueblo lo califican de traición.
¿Son esas las caras que queremos ver en el Parlamento?
Merecemos un poder legislativo distinto. Con diputados honestos, trabajadores y comprometidos con el bienestar y desarrollo de todo un pueblo. No de un grupito.
Necesitamos un Parlamento que apruebe las leyes que verdaderamente requiere el país, y que controle la actuación del gobierno nacional.
Salir de la crisis no será fácil, pero tampoco imposible. Solo demandará de muchas ganas y voluntad por parte de la mayoría parlamentaria para tomar decisiones que ayuden a reactivar el corazón de nuestra amada Venezuela. Y eso podemos lograrlo votando UNIDOS el próximo 6 de diciembre.
El CAMBIO está en cada uno de nosotros. ¡Así que manos a la obra Venezuela!
Este triunfo será por la libertad de los presos políticos, por la salud y calidad de vida de nuestros pacientes renales, diabéticos, con VIH, trasplantados y con cualquier tipo de cáncer.
Será para rescatar a nuestro aparato productivo, garantizar el derecho a la alimentación a todos y cada uno de los venezolanos y para combatir la criminalidad con medidas verdaderamente eficientes.
Unidos venceremos el mal, y comenzaremos la reconstrucción de Venezuela.