La Administración de Nicolás Maduro busca salir de la profunda crisis económica-social que atraviesa Venezuela, a través de la recuperación del precio de petróleo. En primera instancia buscará el piso de $70, para luego en el mediano plazo conseguir los $100 por barril.
La propuesta es regresar al sistema de banda de precios para intervenir en el comportamiento del mercado de crudo. Parecido al que utilizó en marzo del 2000 la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Cuando adoptó una banda de $22 a $28 por barril, que actuó una sola vez. En octubre de ese año.
El criterio de la banda de precios del 2000 era: si el precio del barril -cesta petrolera OPEP- bajaba de $22 o subía por encima de $28 durante veinte días de mercado, la OPEP debía restringir o aumentar la producción en 500.000 barriles al día, respectivamente.
El próximo miércoles 21 de octubre habrá una reunión técnica en Viena para evaluar la propuesta venezolana de adoptar una banda de flotación con recortes de producción progresivos para controlar los precios del crudo. Al la misma asistirán tanto los técnicos de los países miembros de la OPEP como de los países invitados de Azerbaiyán, Brasil, Colombia, Kazajstán, Noruega, México, Omán y Rusia.
La clave para adoptar de nuevo la banda de precios es determinar quien asumirá el rol de país bisagra. En el 2000 fue Arabia Saudita.
Hasta ahora, Arabia Saudita no ha mostrado interés en volver a una estrategia de precios, más bien ha fortalecido la estrategia de mercado. Y Rusia, otro de los grandes productores de petróleo, ha estado siempre en contra de los recortes de producción. Aunque Vladimir Putin quien quiere convertirse en un factor determinante en la geopolítica del medio oriente, podría compartir el rol de país bisagra con los saudís.
Si por sus frutos los conoceréis, hasta ahora los tres grandes productores (Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita) están bombeando a máxima capacidad a pesar de los precios bajos. Y los que tienen capacidad para hacerlo también (Irán e Irak).
De allí que la Agencia de Energía Internacional (AEI) considera que en el mercado petrolero habrá un exceso de oferta el próximo año. Asimismo, redujo el pronóstico para el crecimiento de la demanda de petróleo en casi 200 mil barriles por día en comparación con la evaluación anterior en septiembre. Y coloca el aumento del consumo mundial de líquidos en 1,2 millones de barriles diarios en 2016. En lo que respecta al 2015 prevé que alcance la cifra de 1,8 millones de barriles al día -el incremento más alto en los últimos 5 años.
El aumento este año ha estado impulsado en gran medida por China y los Estados Unidos, donde se estima que la demanda de líquidos suba 4,9% y un 2,2%, respectivamente. Producto de la combinación de los precios más bajos y el crecimiento económico de ambos países.
Sin embargo, la creciente demanda de este año ha sido más que suplida por la resistente producción estadounidense, el aumento de la producción de la OPEP y los grandes inventarios. Una combinación de factores que ha mantenido el precio del petróleo bajo a lo largo del año -en el mercado de New York el crudo WTI inicia la jornada en $45,93 el barril.
A pesar de la caída de la producción de Estados Unidos, Rusia y otros productores no OPEP que permitiría llevar el mercado al equilibrio, el exceso de oferta mundial de petróleo podría mantenerse el próximo año por la propia producción de la OPEP y más de 200 millones de barriles de crudo en exceso que han sido almacenado durante este período de precios bajos.
En septiembre la OPEP produjo 110 mil barriles adicionales al mes anterior, alcanzando una producción de 31,68 millones de barriles al día. Con este incremento ha producido 1,5 millones de barriles al día adicionales con respecto a mes de noviembre 2014, cuando decidió defender la cuota del mercado.
Adicionalmente el regreso de Irán al mercado petrolero, -el Parlamento aprobó hace dos días el acuerdo nuclear con las grandes potencias- con la posibilidad de desarrollar la máxima capacidad de producción en el corto plazo de 3,6 millones de barriles diarios (700 mil barriles adicionales a la producción actual), amortiguaría la caída de producción prevista en Estados Unidos por la caída del precio de petróleo.
El encuentro en Viena, el próximo miércoles, buscará crear un marco común entre Arabia Saudita, Rusia, Irán e Irak -actores claves- para explorar una solución a los precios actuales del petróleo.
Sin embargo, las fuerzas del mercado actual están evolucionando a precios de $65 – $70 a finales de 2016, principios de 2017. Hoy, el mercado consigue su punto de equilibrio en el precio del crudo WTI $45-$50 el barril.
Maduro sabe que el 2016 será el año más fuerte de la crisis social venezolana, si no logra mejorar sustancialmente el ingreso de divisas. Se aferra a la solución rentista, negando la revolución de los crudos de esquiitos.
Que Dios lo coja confesado.
Director Ejecutivo de Inter American Trends @iatrends