El tamaño y forma de sus genitales, el nuevo complejo que asedia a dos de cada diez mujeres

El tamaño y forma de sus genitales, el nuevo complejo que asedia a dos de cada diez mujeres

infección vaginal

El tiempo también hace mella en nuestras zonas más íntimas. Deja sequedad vaginal y falta de lubricación, la vagina pierde tonicidad y las paredes se dilatan exageradamente. La mucosa pierde elasticidad y se reseca. El pubis se llena de canas. Y un mínimo estornudo provoca una pérdida de orina más o menos leve. No son desperfectos que quedan a la vista, pero provocan mucha desazón en la mujer que los sufre. Así lo reseña EL MUNDO.

Tanta que, en cuanto empiezan a aflorar, impregnan su vida personal y sexual de sonrojo, timidez erótica y gestos huidizos ante cualquier insinuación de la pareja. A dos de cada diez mujeres les acompleja el aspecto de sus órganos genitales. Y esto inhibe su vida sexual: “Es uno de esos complejos inconfesables que hacen perder la confianza en una misma y le bloquean en los encuentros con su pareja. Son muchas las féminas que les aterra el momento de tener que mostrar su zona genital o realizar ciertas prácticas”, indica la doctora Ana Téllez, directora y fundadora de la clínica estética que lleva su nombre”.

En los últimos años la medicina ha ido saliendo al paso con el propósito de desafiar sin recato alguno esos escollos. Y a pesar de que la cirugía genital está aumentando a un ritmo galopante en los últimos años, hay personas que valoran otras opciones para rejuvenecer los genitales sin cirugía. Una de sus últimas propuestas es la aplicación del láser CO2.

Con trazo muy preciso, rellena, remodela o esculpe allí donde cada circunstancia -embarazo, menopausia u hormonas- ha dejado su huella. Téllez nos explica en qué consiste y cómo actúa esta técnica: “El láser emite un chorro de calor controlado y muy preciso en la mucosa genital que permite un proceso de contracción y de tensión del tejido, devolviendo al canal vaginal su elasticidad natural. En su recorrido por la pared vaginal, esta energía láser va calentando el tejido sin dañarlo y estimulando la generación de nuevo colágeno. Inmediatamente, casi el 100 por ciento de las pacientes nota que ha recuperado su firmeza”.

El uso de láser CO2 garantiza un control exacto de la profundidad y extensión de la zona a tratar
, igual que de la densidad de energía que se pulsa en cada uno de los puntos. Frente a la cirugía genital, Téllez avanza que esta técnica no requiere incisiones, ni cirugía. No es dolorosa y la recuperación es muy rápida. “Bastan dos o tres sesiones y en una semana se pueden retomar las relaciones sexuales, pero, esta vez, de un modo más gratificante y sin los complejos anteriores. Para prevenir cualquier molestia se aplica una crema anestésica”.

Curiosamente, las primeras pacientes que apostaron por esta técnica en nuestro país fueron mujeres árabes que buscaban un impacto estético en sus órganos genitales. Hoy recurren a ella féminas de cualquier nacionalidad que desean, sobre todo a partir de los 40 años, revitalizar y rejuvenecer su zona íntima de la misma manera que se someten a otros tratamientos antiedad de acción frente a arrugas, ojeras o líneas de expresión. Hace años, no existía esta preocupación. Hoy la mujer impone nuevos códigos. Desea lucir una vagina turgente e hidratada.

Los divorcios y rupturas han hecho que viva la sexualidad con mayor plenitud, con más parejas y hasta edades avanzadas. Pero el interés por el rejuvenecimiento vaginal no es solo un aspecto estético o una tendencia, también entra en juego la salud sexual. La sensación de flacidez, la pérdida de tono, la sequedad y la irritación vaginal complican las relaciones sexuales y provocan coitos dolorosos.

Además de las razones médicas que justifican el uso del láser CO2, Téllez encuentra una explicación psicológica convincente. “La estética genital es una pieza fundamental para empezar a reconciliarse con su cuerpo en momentos vitales claves y afrontar la sexualidad con sonrisa, pasión y ganas. Podríamos decir que se trata de un estimulante del deseo y un modo eficaz y rápido de mejorar la autoestima, sin necesidad de recurrir a medidas drásticas”.

¿Qué hay de malo en construir una imagen íntima con la que nos sintamos a gusto y potencie cómo somos? Ambos argumentos, médicos y estéticos, pesan por igual en cada una de las causas que llevan a tratar la zona íntima con láser CO2:

– Síndrome de incontinencia urinaria leve y moderada. Es una solución efectiva, rápida, sin incisiones y sin sangrado. Consigue la retracción fototérmica de la pared anterior de la vagina y el tejido que envuelve la pelvis de modo mínimamente invasivo. Remodela y regenera el colágeno, de manera que la paciente puede volver a toser, estornudar, practicar deporte, realizar un esfuerzo o reír sin temor a una pérdida involuntaria de orina.

Rejuvenecimiento y tensado vaginal. La terapia con láser está indicada cuando la dilatación dele canal vaginal durante el parto o el proceso natural de envejecimiento provocan un ensanchamiento excesivo del interior de la vagina y pérdida de tono y de elasticidad.

El láser CO2 estimula la mucosa vaginal y recupera su estructura óptima. Los resultados son visibles casi de inmediato: colágeno renovado, mayor espesor, mejor lubricación y una microcirculación genital adecuada.
– Estética vulvo-vaginal. Aunque la cirugía vaginal está consiguiendo resultados espectaculares, el láser CO2 consigue igualmente el remodelado y rejuvenecimiento de la vulva, los labios mayores, la hipertrofia de labios menores y otras correcciones de los genitales externos.

– Blanqueamiento vulvar y perianal.

– Ante todo, pura terapia para curar uno de los grandes males de nuestra vida erótica: el bloqueo sexual.

 

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