Avanzada Progresista: Crímenes de mineros son crónicas de muertes anunciadas

Avanzada Progresista: Crímenes de mineros son crónicas de muertes anunciadas

Para el partido Avanzada Progresista en el estado Bolívar, la “masacre de Tumeremo” es una crónica que se venía alertando desde hace más de tres años y el gobierno hizo caso omiso, pues para nadie es un secreto que el sur del estado está tomado por poderosas bandas, denunció Carlos Allembert, secretario general del partido.

Nota de prensa 

Denunció que desde hace tiempo, bandas armadas actúan impunemente ante la mirada complaciente de las fuerzas militares, policiales y gubernamentales de la región, donde el cobro de vacunas, la extorsión, el secuestro y el sicariato son algunas de las modalidades que utilizan estas bandas hamponiles que mantienen en jaque a la  población y comerciantes de la zona.





“ A menudo se generan cruentos enfrentamientos entre estas bandas por el control de territorios, que han ocasionado decenas de muertos y desaparecidos en los últimos tres años” agregó.
Carlos Allembert como  coordinador general de la tolda progresista dijo apoyar  irrestrictamente a la población de Tumeremo, y exigir que se esclarezcan en su totalidad estos hechos que enlutan a numerosas familias guayanesas, “con quienes nos solidarizamos y acompañamos en su dolor y nos unimos al clamor nacional para que se establezcan las responsabilidades de los autores materiales e intelectuales”.

Es muy grande el cuestionamiento sobre  los funcionarios que desde el gobierno regional, permitieron que ocurrieran estos horrendos hechos, que han convertido a esta región en minas, donde más que el oro y los diamantes, lo que abunda es  violencia y muerte, denunció.
Condenó que el gobierno regional tratara de ocultar la noticia, y por otro lado, satanizar la labor e investigación que en uso de sus atribuciones llevan a cabo los parlamentarios de la MUD que están en la obligación de dar repuestas a sus electores.
En Avanzada Progresista esperan que este hecho no pase a engrosar la fatídica estadística de crímenes que quedan en la impunidad, y que el poder judicial deje de estar al servicio de las mafias y con la celeridad del caso actúen “caiga quien caiga” y se aplique la justicia en beneficio de un pueblo mermado en su calidad de vida y que se tomen los correctivos necesarios para que estos hechos no vuelvan ocurrir.