La otra riqueza que arrasará el arco minero

La otra riqueza que arrasará el arco minero

Foto: actualidadambiental.pe
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La superficie de Venezuela que el pasado 24 de febrero se convirtió en parte del llamado Arco Minero del Orinoco es mayor que la que ocupan países como Bulgaria, Cuba, Islandia, Portugal y Panamá, para nombrar sólo un puñado de naciones que no alcanzan los 111.843,70 kilómetros cuadrados que se ven afectados por el decreto 2.248 publicado en la Gaceta Oficial 40.855.

Marielba Núñez / El Nacional

El extenso territorio, que fue subdividido en cuatro áreas al sur del Orinoco y que equivale al 12,2% del territorio nacional, es descrito en el decreto firmado por el presidente Nicolás Maduro como si fuera un nuevo mito de El Dorado en el que refulge no solamente la promesa del oro, sino también la de minas de diamante, bauxita, coltán, hierro, cobre, caolín, dolomita y tierras raras.





El texto con el que da por creada una zona de desarrollo estratégico nacional menciona sólo de soslayo el impacto sobre el ambiente que tendría el proyecto, uno de los grandes problemas que supone el propósito de explotar de forma intensiva riquezas minerales en un área que comprende principalmente el estado Bolívar y sectores de Amazonas y Delta Amacuro. Todos ellos son parte de la Amazonía, es decir, de “la extensión de bosque húmedo tropical más grande del planeta, con un área de 6 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente 35% del continente sudamericano”, como la define el último informe presentado por la Red Amazónica de Información Ambiental Georreferenciada.

El documento recuerda la importancia de esta región para la regulación del clima global y la esperanza que constituye su preservación para combatir los efectos del cambio climático y el calentamiento global. “La Amazonía es mucho más que agua y carbono, ya que es el hogar de la mayor biodiversidad a nivel global, al albergar entre un tercio y la mitad de las formas de vida conocidas”, indica.

“En la cuenca del Amazonas, en sentido amplio está incluido todo el sur del Orinoco”, explica el investigador Lionel Hernández, de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, coautor de un estudio publicado por la revista Science que calcula los porcentajes de peligro de extinción de la vegetación en este territorio que vincula varios países y que concluyó que entre 36% y 57% de las especies arbóreas del área están en peligro de desaparecer.

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