Una comisión de fiscales de la Contraloría Sanitaria detectó varias irregularidades en una clínica privada del estado Táchira, luego de que una ciudadana de nacionalidad colombiana murió luego de someterse a cirugías estéticas en ese centro de salud, reseña El Nacional.
Ramón Cabeza, comisionado de Seguridad Ciudadana de la Gobernación del Táchira, confirmó que el lugar fue clausurado en las últimas horas en la capital tachirense, después de que se efectuaron inspecciones y se supervisaron las instalaciones.
Shirley Reaño, de 26 años de edad, quien se desempeñaba como peluquera en Bogotá, viajó desde la capital colombiana hasta San Cristóbal el 5 de enero de este año para realizarse una liposucción y una rinoplastia. Luego de la intervención realizada la mujer se descompensó y murió tres días después.
Durante la inspección al centro de salud la comisión detectó “varias irregularidades, como la dotación de medicamentos que se presume proviene de la red de salud pública, equipos médicos que fueron hallados y ubicados sin ningún tipo de justificación e igualmente se sospecha que también provienen de la red de salud pública”, dijo el comisionado.
Indicó que no había registros de los actos médicos ni procedimientos quirúrgicos practicados desde comienzos de 2017 hasta el momento cuando se decide la clausura del centro de salud privado. El funcionario señaló también que se detectaron condiciones insalubres en los quirófanos.
El cadáver de Reaño fue retirado de la clínica y preparado por una empresa fúnebre que se encargó de llevarlo a Colombia sin cumplir con el requisito de la autopsia. El cuerpo fue devuelto a la Unidad de Anatomía Patológica del Hospital Central de San Cristóbal para los exámenes de rigor. Cabeza no dio detalles sobre la identidad de los médicos que practicaron las cirugías ni dijo si fueron detenidos.
“Hay un proceso de investigación que está en pleno curso”, señaló el funcionario. Agregó que la empresa fúnebre será investigada por la Contraloría Sanitaria.