Enfermeras en Venezuela viven una catástrofe humanitaria

(foto Sergio González)

 

“Antes de la pandemia, el personal de enfermería ya laboraba en condiciones catastróficas dentro de los hospitales venezolanos, sin insumos y con salarios que les condenan a la extrema pobreza. También somos perseguidos y amenazados por nuestros empleadores si exigimos nuestros derechos”, así lo expuso Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería de Caracas durante el webinar “Enfermeras entre la violencia institucional y la pandemia”, organizado por Amnistía Internacional Venezuela.

Por Damiano Daniela / amnistia.org/ve





El personal de salud trabaja a ciegas ante un Estado que no dota a hospitales de equipos e insumos y tampoco atiende los daños en su infraestructura. Contreras resaltó que su gremio siente miedo de contagiar a sus familiares y vecinos al volver a casa debido a que en los hospitales no hay agua para ducharse después de sus guardias. “No nos dan gel antibacterial, gorros ni guantes; solo nos dan un tapaboca que debemos usar por 15 días continuos”.

Indicó que no existen protocolos de bioseguridad para resguardar la vida de las enfermeras que laboran día tras día en estos centros de salud. “El Estado no nos protege de la COVID-19. Si presentamos síntomas, solo nos envían a nuestras casas por 7 días sin posibilidad de poder adquirir los medicamentos porque el centro de salud no los tiene y tampoco podemos comprarlos con los salarios que ganamos”.

De 120 mil profesionales de enfermería que existían en todo el país solo quedan 40 mil, producto a la migración de las personas que no pueden seguir laborando en condiciones deplorables. “La COVID-19 visibilizó la vulnerabilidad que existe en todo el sistema de salud en Venezuela, pero también agudizó el déficit de enfermeras qué hay en los centros hospitalarios”, dijo Contreras.

La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas resaltó la importancia de la alianza con instancias internacionales para que sean vistas las vejaciones a las que están expuestas y puedan lograr las condiciones laborales dignas que tienen años exigiendo a las autoridades.

Monitoreo de la CIDH

Soledad García Muñoz, Relatora Especial de la Derechos Económicos, Sociales y Ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, comentó que el organismo internacional lleva un monitoreo diario de la situación de las enfermeras y todo el personal de salud en Venezuela. Destacó que el sistema de salud se encuentra cada vez más crítico. Las condiciones precarias en las que los trabajadores de la salud realizan sus actividades son alarmantes.

También dijo que la violencia contra las enfermeras y personal de salud en general exacerba aún más la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela. “Estamos llevando registro de las vulneraciones que sufre este gremio, como las precarias condiciones en las que deben sobrevivir y el acoso que padecen en sus trabajos por hacer denuncias”.

Indicó que la falta de rendición de cuentas por parte del Estado venezolano es grave por el desconocimiento de la inversión en insumos, equipos e infraestructura de salud. También les preocupa la falta de boletines epidemiológicos que brinden un panorama de las enfermedades existentes en el país para su posterior atención.

Denunció que la corrupción enquistada en los organismos públicos hace, muchas veces, que los materiales e insumos no lleguen a los hospitales.

Rol esencial de las enfermeras

En el evento también tomó la palabra Leticia Bernués, representante de Nursing Now Madrid, quien explicó que las condiciones laborales de las enfermeras en Europa tampoco son idóneas por las pocas previsiones que tomaron las autoridades ante la pandemia. “Las enfermeras sufren presión por falta de personal o recursos, invisibilización y subestimación de su contribución, sobrecarga laboral, falta de participación en el desarrollo y planificación de políticas”.

“94% de las enfermeras consultadas por un estudio de la organización llamado “Futuro de las enfermeras en España” dijo estar preocupada por su bienestar en el contexto de la pandemia. 75% está preocupada por su salud psicológica, 64% por su salud física y 51% por su economía ”, señaló Bernués.

Explicó que desde Nursing Now se impulsan 5 objetivos para mejorar la calidad laboral de las enfermeras: mayor liderazgo, inversión en las mejoras de las condiciones laborales y formación, prácticas de aprendizaje mutuo, incrementar la evidencia científica y mayor influencia en la política.

Resaltó que empoderar a las enfermeras podría producir un triple impacto positivo en los países, como la mejoraría en la salud de los habitantes, el sostenimiento de la economía y mayor igualdad de género. “Con la labor de las enfermeras en condiciones óptimas, los Estados se ahorría mucho en gasto sanitario y se salvarían muchas vidas”.

Concluyó que para solventar los retos que viven las enfermeras actualmente es vital el apoyo internacional porque muchos de sus problemas son similares en diferentes países. “Luchar por las condiciones laborales de las enfermera, también es luchar por la salud de las poblaciones que atienen”.

En desventaja ante la COVID-19

Por su parte, Jaime Lorenzo, presidente de la Organización No Gubernamental, Médicos Unidos de Venezuela, indicó que Venezuela está en una situación de desventaja frente al resto del mundo en materia de COVID-19 debido a que no está dotada con el equipo mínimo necesario para atender una pandemia de estas magnitudes. Insistió en que hasta el número de pruebas para COVID-19 realizadas ha escaseado: “El envío de las muestras para determinar COVID-19 se ha reducido en 70%”.

Venezuela desde el 2018 se encuentra atravesando una Emergencia Humanitaria Compleja; ahora con la pandemia, el cuadro es mucho más crítico para el personal de salud y personas con enfermedades crónicas o terminales.

Médicos Unidos de Venezuela reporta hasta el momento 267 profesionales de la salud fallecidos por COVID-19. Del mismo modo, resaltó que los índices de síntomas de ansiedad y depresión presentes en los médicos y enfermeras en Venezuela sobrepasan los estándares internacionales.

Denunció la persecución de las autoridades contra el personal de salud que sale a las calles a protestar por mejoras salariales y en sus condiciones de trabajo. Incluso, lamentó los casos de profesiones que han sido detenidos por las mismas razones.

Amnistía Internacional, a través de varias estrategias de visibilización y campaña, pretende movilizar la solidaridad de la sociedad civil nacional e internacional para lograr cambios en la protección de la vida de las profesionales de la salud y superación de las terribles condiciones en las que las enfermeras están obligadas a trabajar en el país.