Las autoridades de Georgia contaron el martes 5 de enero por la noche los votos finales de la turbulenta temporada electoral de Estados Unidos en 2020, cuando las urnas cerraron en dos carreras críticas que determinarán el control del Senado de Estados Unidos y, a su vez, el destino de la legislatura del presidente electo Joe Biden.
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Las dos elecciones de segunda vuelta del Senado son restos de las elecciones generales de noviembre, cuando ninguno de los candidatos alcanzó el umbral del 50 por ciento. Los demócratas deben ganar ambas contiendas para hacerse con la mayoría del Senado y, con ello, el control del nuevo Congreso cuando Biden asuma el cargo en dos semanas.
El presidente Donald Trump alentó a sus leales a presentarse con fuerza incluso cuando socavó la integridad del sistema electoral al presionar reclamos infundados de fraude para explicar su propia derrota en Georgia.
A última hora de la noche del martes, era demasiado pronto para llamar a las carreras cerradas.
En una contienda, la republicana Kelly Loeffler, una ex empresaria de 50 años que fue nombrada para el Senado hace menos de un año por el gobernador del estado, enfrentó al demócrata Raphael Warnock, de 51 años, quien se desempeña como pastor principal de la iglesia de Atlanta donde Martin Luther King Jr. creció y predicó.
La otra elección enfrentó al ex ejecutivo empresarial de 71 años David Perdue, un republicano que ocupó su escaño en el Senado hasta que expiró su mandato el domingo, contra el demócrata Jon Ossoff, un ex asistente del Congreso y periodista. Con solo 33 años, Ossoff sería el miembro más joven del Senado.
Las elecciones de esta semana marcan el final formal de la acalorada temporada electoral de 2020, más de dos meses después de que el resto de la nación terminara de votar. La mayor importancia de la segunda vuelta transformó a Georgia, una vez un estado sólidamente republicano, en uno de los principales campos de batalla de la nación durante los últimos días de la presidencia de Trump.
Biden y Trump hicieron campaña a favor de sus candidatos en persona la víspera de las elecciones, aunque algunos republicanos temían que Trump pudiera haber confundido a los votantes al continuar haciendo afirmaciones descabelladas de fraude electoral mientras intenta socavar la victoria de Biden. El presidente ha atacado repetidamente al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, un republicano, por rechazar sus argumentos de fraude y ha planteado la posibilidad de que algunas papeletas no se cuenten incluso cuando se emitieron los votos el martes por la tarde.
Los funcionarios estatales dijeron que no hubo mayores problemas con la votación del martes.