¿Por qué el juicio político a Trump puede continuar incluso cuando deje la presidencia?

El vicepresidente Mike Pence, el presidente de EEUU Donald Trump y la Presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. Foto: Doug Mills/Pool via REUTERS, 05/02/2019, WASHINGTON DC (EEUU).

 

A menos de una semana de la bochornosa sesión del Congreso de Estados Unidos que fue interrumpida por una invasión de seguidores de Donald Trump, el Partido Demócrata se mueve a una velocidad nunca antes vista para lograr un objetivo de muy difícil cumplimiento: destituir al presidente cuando faltan apenas siete días para que termine su mandato.

Por Infobae





El único camino capaz de garantizar la salida de Trump en un plazo de horas ya se cayó: la invocación de la 25ª Enmienda de la Constitución. Esta cláusula faculta al vicepresidente y “a la mayoría de los funcionarios principales de los departamentos ejecutivos” —es decir, del gabinete—, a declarar al Jefe de Estado “incapaz de desempeñar las facultades y obligaciones” de su cargo. Si se hubiera decidido apelar a dicha disposición constitucional y consiguiera el respaldo explícito de la mayoría de los secretarios de Estado, Mike Pence pasaría a ser presidente interino en el acto.

La mayoría demócrata en la Cámara baja aprobó este martes un proyecto para solicitarle al vicepresidente que aplique esa enmienda, pero Pence rápidamente hizo saber que no estaba en sus planes hacerlo.

Así las cosas, la Cámara de Representantes avanzó este miércoles con el plan B: el juicio político. Al haberse aprobado el proceso por 232 votos contra 197, Trump se convirtió en el primer presidente estadounidense en ser enjuiciado dos veces por el Congreso. En sus primeras declaraciones a la prensa después de la convulsión de la semana pasada, Trump dijo este martes que un nuevo impeachment en su contra sería “absolutamente ridículo” y afirmó que despertará “una inmensa ira” en todo el país.

La Cámara de Representantes lo acusó por primera vez en diciembre de 2019 por presionar al presidente ucraniano Volodimir Zelensky para que investigara por presunta corrupción a Hunter Biden, hijo del presidente electo. Trump fue finalmente absuelto en febrero de 2020 por el Senado, donde el Partido Republicano tenía mayoría.

¿Es posible comprimir un proceso que demandó 49 días en apenas una semana? Algunos legisladores especulan con esa posibilidad, pero no parece un proyecto realizable. Sin embargo, si el juicio comenzara antes del 20 de enero, cuando asume Biden, la Constitución permitiría que se resolviera muchos meses después de la salida de Trump de la Casa Blanca. Y el resultado no sería puramente simbólico.

Las distintas etapas del proceso

El juicio político se inicia siempre en la Cámara de Representantes, que actúa como fiscal. Una vez que se presentan los cargos, que pueden ser muchos, el cuerpo vota si decide avanzar con el juicio o no. En este caso, hay una sola acusación: “incitación a la insurrección”. Basta una mayoría simple de los congresistas para que se apruebe el impeachment y eso es lo que va a tratar conseguir Pelosi el miércoles. Le sobran los números, así que no debería tener contratiempos.

El paso siguiente es elegir a los managers, los representantes de la cámara baja encargados de informar los argumentos por los que resolvieron abrir el proceso de juicio político ante el Senado, que cumple la función de juez y jurado. El problema es que en esta instancia el proceso suele demorar varias semanas, porque es como cualquier juicio.

Las partes tienen derecho a defenderse, a llamar a testigos y a dar alegatos a favor de la condena o de la absolución. Lo habitual es que haya un tiempo de deliberación a puertas cerradas, al cabo del cual se realiza la votación en el pleno de la cámara. Para una condena y la posterior destitución del presidente necesita una mayoría calificada, de 60 de los 100 senadores.

Si aunque el Senado empezara a deliberar el jueves sería difícil llegar a una sentencia antes del 20 de enero, el problema se ve agravado porque el cuerpo está en receso hasta el 19 de enero. Eso significa que empezaría a deliberar el mismo día de la asunción de Biden. Hasta ese momento, la mayoría va a seguir en poder del Partido Republicano y el presidente de la cámara va a seguir siendo Pence, así que no hay razones para pensar que van a modificar el receso. Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, podría pedir que se vuelva a sesionar alegando circunstancias de emergencia, pero para adelantar esa fecha necesitaría el acuerdo de los 100 senadores, algo imposible.

No obstante, los demócratas saben que no llegar a una sentencia antes del cambio de gobierno no significa la muerte del juicio político. Si bien este debe empezar con el acusado en el cargo, puede concluir una vez que lo haya dejado. La Constitución no lo impide y hay un antecedente.

En 1876, durante la presidencia de Ulysses Grant, la Cámara de Representantes aprobó un impeachment contra William Belknap, secretario de Guerra, el mismo día en que este presentó su renuncia. El Senado lo enjuició meses después, a pesar de los reclamos de sus defensores, que argumentaban que no podía hacerlo porque ya no ocupaba el cargo. Si bien la mayoría votó por condenarlo, no alcanzó el umbral necesario, así que Belknap fue absuelto.

¿Para qué serviría destituir a un funcionario que ya no está en el poder? Pelosi dio una respuesta en la misma entrevista con CBS“Una de las motivaciones para abogar por el impeachment es evitar que Trump vuelva a ocupar el cargo”. Con una condena en contra, el Senado podría luego votar para inhabilitar a Trump a volver a ejercer la función pública, impidiéndole presentarse nuevamente a la presidencia en 2024, como fantasean sus seguidores.

De todos modos, también es cierto que algunos colaboradores de Biden han expresado su preocupación por la posibilidad de que un juicio político en paralelo al desembarco del nuevo gobierno podría dañar algunos de sus objetivos. Si el Senado está entretenido con el impeachment podría postergar la confirmación de su gabinete y la discusión de temas centrales de su agenda, empezando por la lucha contra la pandemia de coronavirus y la necesidad de reactivar la economía.

Pero James Clyburn, uno de los líderes demócratas en la Cámara de Representantes, dio una posible solución en una entrevista con CNN el domingo. Como Pelosi tiene la discrecionalidad para decidir cuándo enviar el pliego del impeachment al Senado tras su aprobación, podría esperar hasta después de los primeros 100 días de gobierno de Biden. “Démosle al Presidente electo Biden los 100 días que necesita para poner en marcha su agenda, y tal vez enviemos los artículos en algún momento después de eso”, dijo el congresista de Carolina del Sur.

La gran incógnita es si todo el rechazo generado por los sucesos de la semana pasada son suficientes para condenar a Trump. Porque el Senado pasará a tener 50 bancas para los demócratas y 50 para los republicanos a partir del 20 de enero. Eso significa que al menos diez copartidarios de Trump tendrían que declararlo culpable, arriesgándose a perder el apoyo de sus seguidores, de los que pueden necesitar en el futuro para mantener sus escaños.

Con información de AFP y AP