El gobierno de Biden detuvo el miércoles las ventas de armas estadounidenses a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, una de varias medidas para abordar las políticas exteriores de la era Trump.
Por New York Post
El secretario de Estado Tony Blinken, quien fue confirmado como el máximo diplomático de la nación el martes, describió a los periodistas algunas de las prioridades inmediatas de la administración en una conferencia de prensa el miércoles.
Blinken dijo que las ventas de armas a las dos naciones árabes, que fueron anunciadas poco después del día de las elecciones, serán revisadas para determinar si cumplen con los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos.
La suspensión se ve afectada por la transferencia de 23.000 millones de dólares de cazas furtivos F-35 a los Emiratos Árabes Unidos.
Algunos temen que los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita utilicen las armas estadounidenses avanzadas para llevar a cabo la guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen, con el riesgo de más muertes de civiles en el país.
Blinken expresó la preocupación más seria por otra política exterior implementada en los últimos días de la administración Trump, que designa a los rebeldes hutíes de Yemen como terroristas.
“Estamos analizando eso de manera muy urgente y muy de cerca”, dijo Blinken a los periodistas.
A los críticos les preocupa que la designación de terrorista, que incluye estrictas sanciones de Estados Unidos, inflame aún más la crisis humanitaria de Yemen.
La relación entre Estados Unidos y Rusia se enfrentará a una revisión exhaustiva, según Blinken.
Y la administración Biden también quiere profundizar en el acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes firmado hace casi un año.
“Necesitamos entender exactamente lo que hay en el acuerdo”, dijo Blinken, antes de que la administración pueda decidir cómo seguir adelante.
Se llegó al acuerdo para intentar retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán para mayo de 2021 después de casi 20 años de guerra.
La administración de Biden pidió que Zalmay Khalilzad, el enviado especial de Trump para Afganistán, permanezca a bordo para que pueda “continuar el trabajo vital que está realizando”, dijo Blinken.
Con respecto a Irán, Blinken dijo que la administración está preparada para aliviar las sanciones que la administración Trump volvió a imponer, siempre que el país vuelva a cumplir plenamente con el acuerdo nuclear de 2015.