ABC: Cuba perdió diez años clave por confiar en Venezuela

ABC: Cuba perdió diez años clave por confiar en Venezuela

Raúl Castro en la sesión de clausura del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba – Reuters

 

 

 

En 2011, Partido Comunista de Cuba (PCC) aprobó comenzar una apertura económica que debía garantizar la supervivencia del régimen castrista sin la absoluta dependencia de un mecenas exterior.

Por: Emili J. Blasco // ABC

Caída la Unión Soviética, atravesado el «periodo especial» de extrema penuria y sustituido Fidel Castro por su hermano Raúl en 2008 como presidente del Consejo de Estado y del Gobierno, el nuevo líder cubano fue madurando la conveniencia de unas reformas económicas (el modelo lejano de referencia podía ser Vietnam, aunque con adaptaciones propias) cuyo arranque fue aprobado hace diez años en el VI Congreso del PCC, en el que Raúl Castro también pasó a secretario general del partido.

Una década después, cuando el PCC celebra estos días en La Habana su VIII Congreso y el menor de los Castro se despide del último de sus cargos, resulta clamoroso del escaso avance de las reformas. El miedo a perder el control político de la isla –por abrir algo la mano en el terreno económico– llevaría a la dirigencia a desactivar algunos proyectos, como el escaso vuelo dado a la Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, y a confiarse en cambio en el auxilio momentáneo que suponía el petróleo que desde 2004 comenzó a enviar Hugo Chávez desde Venezuela.

Cuando en 2014 el precio del crudo se desplomó y comenzó el colapso del régimen chavista –ahora encabezado por Nicolás Maduro, instalado por los propios cubanos–, la hundida petrolera estatal venezolana PDVSA dejó de ser el salvavidas para la isla.

El nuevo «periodo especial», agravado luego por las mayores restricciones impuestas por Donald Trump y las más recientes consecuencias de la pandemia, obligaba a acelerar unas reformas que, sin embargo, pillaban ya demasiado viejo y enfermo a Raúl Castro como para imponer al resto de la gerontocracia cubana la asunción de ese riesgo.

En esa década perdida –de 2011 a 2021– primero hubo un tiempo de inmovilismo impuesto desde la sombra por Fidel Castro, valedor de la simbiosis con Chávez, y, tras la muerte del líder de la revolución cubana en 2016, se abrió un momento de esperanza confiando en que el acuerdo de 2015 de restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos iba a suponer por sí mismo un auge económico.

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