Condominio y supervivencia, por Luis Barragán

Condominio y supervivencia, por Luis Barragán

Luis Barragán @LuisBarraganJ

En nuestro país, cada vez son más elevados los costos de condominio. La llamada reconversión monetaria, como en todos los ámbitos, será un golpe mortal para la convivencia residencial, por cierto, fallando la memoria de las otras dos reconversiones que fueron promesa demagógica para el mejoramiento económico y ocasión para calumniar a la oposición.

El creciente deterioro de las fachadas e instalaciones comunes, delatan la situación de los edificios y las casas pactadas por el gasto común. Los ascensores, bombas de agua, medidores de gas, depósitos de basura, tableros eléctricos y telefónicos, como el resto de los servicios, incluyendo los de seguridad y conserjería, constituyen un seguro dolor de cabeza.

La situación la han puesto también en evidencia los enchufados, funcionarios y contratistas del régimen de cualesquiera niveles que incursionan decididamente en los sectores medios urbanos para contrastar con los propietarios e inquilinos tradicionales de un determinado estilo de vida. Y, por supuesto, ofrecen la oportunidad de negocios para los más inescrupulosos directivos del condominio que ensayan su propia supervivencia a costa del sufrimiento ajeno, so pretexto del gasto ordinario o extraordinario de mantenimiento, trátese del precio exagerado de reposición de los bombillos, o de la activación a toda costa de la piscina en la que se empeña una minoría deseosa de celebrar y ostentar.





Puede aseverarse, edificios y casas erigidas al calor del Estado petrolero, tiempo atrás, ahora saben de las movilidades sociales del Estado criminal. De repente, si acaso, al lado del viejo automóvil Mercedes Benz o BMW, depositado en el estacionamiento tributando al recuerdo de unos dueños ahora mantenidos por sus hijos, desde el duro exterior, se encuentran los grandes vehículos blindados de última generación que atropellan algo más que la vista, afanados los guardaespaldas que igualmente los explican.

Son inmensas las deudas contraídas por el condominio, o de la asociación vecinal que adscribe, aun hallándose los directivos en el extranjero. De esto y algo más, sabe un régimen que, en los municipios metropolitanos del estado Miranda, no sólo se disfraza de clase media, sino que intenta la creación de un fondo de auxilio a los propietarios residenciales para sojuzgarlos definitivamente.