Aunque para hoy se tenía previsto la reapertura comercial por el puente internacional Francisco de Paula Santander, la frontera entre Venezuela y Colombia se mantiene cerrada. Empresarios continúan a la espera de un posible reinicio del paso de mercancías.
Corresponsalía La Patilla
Más de una semana ha transcurrido desde que el régimen de Nicolás Maduro anunció que abriría la frontera con Colombia para el intercambio comercial. Sin embargo, aún se desconoce cuándo se daría el paso de la carga pesada.
Karim Vera, diputada de la legítima Asamblea Nacional, manifestó que Freddy Bernal sigue utilizando la reapertura de la frontera como un tema “meramente electoral”. La parlamentaria por el estado Táchira considera que el régimen ha dado como “excusa que no existen acuerdos con el gobierno colombiano, para retardar la reactivación del intercambio comercial, cuando debió haberse realizado con anterioridad”.
El senador colombiano del Norte de Santander, Antonio Sanguino, preguntó a las autoridades de Migración Colombia, a través de sus redes sociales, sobre si “es cierto que el presidente Iván Duque dio instrucciones de no abrir la frontera en Cúcuta hasta después del 21 de noviembre, día de elecciones regionales en Venezuela”. A lo que las autoridades de Migración respondieron que la frontera fue reabierta por el lado colombiano desde el pasado mes de junio.
Sin embargo, se conoció de manera extraoficial que las autoridades colombianas aún esperan por un informe técnico de la evaluación de las estructuras de los puentes. Principalmente el Simón Bolívar, que podría haber sufrido afectaciones por haber sostenido tres contenedores por dos años y ocho meses fijos, además durante varios meses estuvieron cargados con arena y tierra.
Los más afectados
Yonalcis Camacho, quien migró del centro del país a la frontera venezolana, en búsqueda de oportunidades, debe acudir al canal humanitario con su bebé de dos meses de nacida para poder acceder a las vacunas iniciales. Ambas deben caminar bajo altas temperaturas pues en Venezuela no las hay.
Asimismo, Marleny Jaimes, una anciana de 81 años de edad, también usa el corredor humanitario, espera que nuevamente sean reabiertos los pasos binacionales para el paso de vehículos particulares. Asegura que a su edad es muy “agotador” tener que cruzar los puentes caminando bajo una temperatura que algunas ocasiones asciende hasta los 40 grados.
Marco López, director de una Organización de los Derechos Humanos en la frontera colombo-venezolana, dijo que diariamente a través del canal humanitario habilitado en el puente Francisco de Paula Santander diariamente cruzan entre 10 y 20 pacientes crónicos.
Exigió un centro de salud para asistir pacientes con enfermedades terminales en los municipios de frontera del lado venezolano, pues asegura que constantemente se les vulnera sus derechos, al tener que acudir a otro país en búsqueda de medicamentos y asistencia médica.
Hageda de Velazco es una de las venezolanas que intentó cruzar a Colombia por el corredor humanitario de Ureña, con el fin de realizarse estudios para descartar cáncer de mamas, no se le permitió el paso, fue sometida a una larga espera y finalmente se vio obligada a cruzar por el puente Simón Bolívar.
Por lo que quienes acuden en búsqueda de atención médica, siguen siendo los más afectados. Suplican que se permita el paso vehicular tal como ocurría hace seis años, tomando en cuenta el cumplimiento de los protocolos de biosiguirdad entre ambos países.
