Gehard Cartay Ramírez: El gran saqueo

Gehard Cartay Ramírez: El gran saqueo

Al chavomadurismo ahora le importa más un hombre, Alex Saab, que el pueblo venezolano. La verdad es que a este último muy pocas veces –por no decir ninguna- le ha dado alguna importancia.

Puede parecer una exageración, sin serlo en realidad. Pero en este caso concreto se trata de una circunstancia que tiene su explicación. Y es que el sujeto ha sido acusado como parte importantísima de una compleja y vasta estrategia internacional en la cual estaría implicada una importante suma de recursos financieros de los venezolanos.

A Saab la justicia estadounidense lo acusa de ser el “cerebro” de una gigantesca operación de blanqueo de miles de millones de dólares, producto del descomunal saqueo que se le ha hecho al país en todo este tiempo, para lo cual utilizó entidades bancarias y mecanismos financieros de Estados Unidos, aparte de su supuesta participación –según lo acaba revelar la revista “Semana” de Colombia– en negociados y acuerdos con Irán. Por eso la justicia del “imperio” exigió su extradición y ahora lo van a procesar allá, y no precisamente por la depredación de nuestros recursos. Los “gringos”, como bien se sabe, siempre ponen sus intereses primero.





Frente a esa circunstancia, que escapa de su omnímodo y obsceno poder aquí, el régimen –en su impotencia por detener ese proceso contra “su hombre”– ha acudido en los últimos meses a los argumentos más inverosímiles y ridículos para tratar de impedir su extradición: desde la nacionalización exprés (dado que se trata de un ciudadano colombiano), pasando por convertirlo luego en un alto funcionario diplomático y más tarde en un agente especial, hasta presentarlo finalmente como un “héroe de la patria”, “luchador antiimperialista” y otras tantas ridiculeces del mismo corte (“Saab somos todos”, han dicho en algunas pancartas y grafitis. Poco faltó, sino fuera por la pandemia, que pusieran a los escolares a gritar: “Seremos como Saab”, en imitación de la consigna referida al “Ché” Guevara que en Cuba repiten inocentemente, desde hace años, los niños en las escuelas).

Por supuesto que ninguna de estas maniobras ha imposibilitado que, finalmente, el sujeto haya sido extraditado a Estados Unidos y hoy esté siendo juzgado en ese país. Porque, sin duda, lo que está en juego para el chavomadurismo es que Saab termine dando a conocer la gigantesca madeja de corrupción de la que forma parte junto sus aliados internacionales, lo que pondría en riesgo su propia estabilidad y aumentaría aún más su colosal desprestigio allende las fronteras venezolanas.

De allí que este asunto se haya convertido en un problema de Estado para el régimen y bien saben ellos mismos hasta donde podrían llegar sus consecuencias. Todo ello supone, casi automáticamente, que estas últimas se desborden en caso de que el interfecto colombiano decida “cantar” todo lo que sabe a fin de reducir su pena, en cuyo caso pasaría de ser un “héroe de la patria” a “un traidor a la patria”, pues bien se sabe que en Venezuela “la patria” sólo es el régimen, mientras que ubica a sus adversarios o a quienes no piensen como ellos en la acera contraria.

En todo caso, en Venezuela y en el exterior ya existe plena conciencia del inmenso saqueo de sus recursos de todo tipo que viene perpetrando el chavomadurismo en el poder y sus socios nacionales e internacionales, lo que constituye un hecho nunca antes registrado en nuestra historia y seguramente muy pocas veces en otros países y, en este último caso, jamás en las proporciones y cantidades como el que se ha cometido aquí.

Por otra parte, y esto constituye lo más grave de todo, esa conducta depredadora de los recursos de los venezolanos ha incidido directamente en la creciente pobreza y miseria que hoy sufrimos los habitantes de este desolado país.

Nadie puede dudar que el saqueo continuado y exponencial de Venezuela cometido desde hace dos décadas es la causa fundamental de la ruina actual del país y, obviamente, del proceso de empobrecimiento general de su población, caracterizado por la acelerada extinción de su otrora poderosa clase media y de la profundización de los niveles de miseria que encuestas serias ubican en un 95 por ciento, sin contar los más de seis millones de compatriotas que han huido del país hacia otras latitudes.

Toda esta trama de corrupción y saqueo contra el pueblo venezolano, estructurada desde hace tiempo atrás, podría irse descubriendo en su totalidad más adelante cuando se complete la extradición a Estados Unidos desde España de otros dos venezolanos que formaron parte del régimen venezolano: el llamado “Pollo” Carvajal y la ex enfermera y luego ex tesorera (¿?) de Chávez.