Un meteorito casi la mata, pero “quiere protegerlo” y sólo se lo venderá a quien lo exhiba

Un meteorito casi la mata, pero “quiere protegerlo” y sólo se lo venderá a quien lo exhiba

Cortesía

 

Se llama Ruth Hamilton, es jubilada y vive sola con su perro, Toby, en Golden, un pequeño pueblo de Canadá. Como ella misma destaca, lleva una vida bastante tranquila, especialmente a partir de la pandemia de coronavirus.

Por: Clarín





Entonces, ¿por qué su nombre aparece en los medios? Porque un meteorito “aterrizó” en su almohada, a pocos centímetros de su cabeza, relató la mujer a The Guardian.

“Creo que tienes un meteorito”

Todo ocurrió durante la noche del 3 de octubre del año pasado. Alrededor de las 23.30, Ruth sintió que su perro ladraba, por lo que se levantó de inmediato. En ese momento, contó, hubo una explosión y todo quedó cubierto de escombros y yeso. En el techo, vio un enorme agujero.

Al regresar a la habitación, revisó la almohada y descubrió que allí había un trozo de roca.

Cuando llegó un policía a su domicilio, llamó a otro equipo de efectivos que le comentó que habían visto una gran luz en el cielo y habían escuchado un estallido. Al cortar la comunicación, el agente le dijo: “creo que eso es un meteorito”.

Junto al hombre, observaron el trozo de roca negra oscura, un poco más grande que un puño, que había quedado entre las dos almohadas.

Un día después de la caída, la mujer colocó el meteorito una bolsa de plástico. La Universidad de Ontario Occidental fue a recogerlo a su casa y, tras investigarlo, se lo devolverán.

La guardiana de la roca

La mujer aseguró que es muy consciente del valor enorme que tiene el meteorito. Ocurre que en gran parte de los casos éstos son encontrados luego de años de haber impactado en nuestro planeta y, por eso, se encuentran contaminados, indicó RT.

“Aparentemente, los meteoritos como el mío son muy valiosos, porque están intactos y no contaminados por el contacto humano”, sostuvo Ruth.

Y detalló: “La mayoría de las veces, los meteoritos se encuentran en la Tierra solo después de haber sido erosionados durante años, por lo que es más difícil para los científicos aprender sobre los lugares por los que viajaron. Pero el mío está recién llegado del espacio exterior”, agregó.

Como describió Ruth, luego de que la historia apareciera en el periódico local, “las cosas se pusieron un poco locas”, ya que recibió todo tipo de mensajes, solicitudes de amistad en Facebook y personas que querían entrevistas.

Sin embargo, a ella le gustaría “llevar al meteorito a las escuelas y universidades locales y contarles la historia a los niños”.

Según sus palabras, todo este alboroto que se generó alrededor de la roca la hizo “sentir protección” hacia el meteorito.

“La gente gana dinero cortándolos en pedazos para venderlos como joyas, pero siento que esta cosa que tiene miles de millones de años se metió en mi cama y quiero protegerla- dijo-. Si lo vendo, quiero encontrar un buen hogar donde se exhiba”, concluyó.