En los años previos a su asesinato el fin de semana pasado, Márquez Blaylock era bien conocido por los oficiales que trabajan en el distrito de Harrison del Departamento de Policía de Chicago, una parte de la ciudad que, durante décadas, ha sido acosada por conflictos de pandillas mortales que son en gran parte un subproducto del comercio de narcóticos.
Por WGN9
Los registros judiciales muestran que Blaylock, quien fue asesinado a tiros el domingo por la tarde en la cuadra 1000 de North Springfield Avenue, fue arrestado en el distrito de Harrison al menos una docena de veces entre marzo de 2016 y enero de 2021, principalmente por presuntos delitos relacionados con armas y narcóticos. Tres de esos arrestos terminaron en penas de prisión.
Los registros de su primer arresto por arma de fuego muestran que Blaylock creía que era un objetivo de la violencia.
El 3 de julio de 2016, los oficiales de CPD que patrullaban vieron a Blaylock, entonces de 18 años, con un arma en la cuadra 800 de North Monticello Avenue. En la persecución a pie que siguió, Blaylock apuntó con un revólver Ruger cromado a uno de los oficiales, quien se tiró al suelo en un esfuerzo por evitar posibles disparos. No hubo disparos y Blaylock fue arrestado unos minutos después en una casa a menos de una cuadra de distancia.
Después de que un sargento lo mirara, Blaylock le dijo a la policía que mantuvo el arma consigo para protegerse, según su informe de arresto. Blaylock dijo que un pariente suyo fue arrestado el año anterior y acusado del asesinato de Amari Brown, un niño de 7 años que recibió un disparo mortal el 4 de julio de 2015.
“Hombre, soy el primo de Rasheed Martin. Ya sabes, el que le disparó a Amari Brown”, dijo Blaylock a la policía. “Es el primer aniversario, soy un objetivo. Por eso tengo el arma, tengo que protegerme”.
Blaylock luego se declaró culpable de asalto agravado y fue sentenciado a 18 meses de prisión. Los intentos de comunicarse con su familia no tuvieron éxito.
A pesar del aumento anual de violencia con armas de fuego en Chicago durante el fin de semana festivo del 4 de julio, el asesinato de Amari Brown, quien murió mientras miraba los fuegos artificiales con su familia en la cuadra 1100 de North Harding Avenue, fue un shock para la ciudad. El niño fue una de las 10 personas que murieron en Chicago durante el fin de semana festivo, con otras 55, incluida una mujer parada cerca de Amari, heridas por disparos.
Ex superintendente de CPD. Garry McCarthy dijo en ese momento que el padre de Amari, un miembro de alto rango de Four Corner Hustlers, probablemente era el objetivo del tiroteo.
Menos de tres semanas después del tiroteo, Rasheed Martin fue arrestado en el noroeste de Wisconsin y extraditado a Chicago para enfrentar un cargo de asesinato por la muerte del niño. Otro hombre, Jamal Joiner, fue acusado de asesinato por la muerte de Amari en abril de 2016. Casi siete años después del tiroteo, ambos casos siguen pendientes.