Ganaba 50 mil dólares vendiendo flatulencias envasadas: ahora factura el triple con otra cosa repugnante de su cuerpo

Ganaba 50 mil dólares vendiendo flatulencias envasadas: ahora factura el triple con otra cosa repugnante de su cuerpo

Cortesía

 

Stephanie Matto es una influencer australiana que cobró cierta fama tras participar de un reality show en Estados Unidos. Al abandonar el programa, sus redes sociales tenían ciento de miles de seguidores y el número siguió creciendo gracias a sus fotos atrevidas. Pero al ingresar a una plataforma para adultos, similar a OnlyFans, encontró un insólito pero lucrativo negocio: vender sus flatulencias en frascos.

Por: Crónica





En una publicación de Instagram, Stephanie reveló que decidió poner sus gases en el mercado “debido a la demanda popular”. Embotellaba sus gases en un recipiente de vidrio, lo cerraba y lo enviaba. ¿A qué precio? 992 dólares cada uno.

Según reveló en un un video de TikTok, ganó casi 50 mil dólares en una sola semana: “Trabajar en mi propia plataforma para adultos estos últimos meses me ha hecho muy consciente de los diferentes tipos de nichos y mercados que existen”, explicó en una entrevista con Buzzfeed.

Pero su negocio terminó abruptamente tras una internación. La influencer de 31 años llegó a urgencias luego de experimentar fuertes dolores en el pecho. “Pensé que me estaba dando un infarto y que eran mis últimos momentos”, declaró.

Luego de examinarla, los médicos le explicaron que estaba a salvo: sus síntomas eran causados por la cantidad de gases que tenía en el estómago, producto de su dieta. Matto recordó que, aquel día, había consumido tres batidos proteicos y un plato de sopa de frijoles para producir las ventosidades que posteriormente almacenaría en los frascos.

“Me aconsejaron que cambiara mi dieta y tomara un medicamento supresor de gases, lo que acabó efectivamente con mi negocio”, afirmó. De esta manera, y tras presuntamente recaudar más de 200 mil dólares, anuncio el fin del “emprendimiento”.

Cambió los gases por la transpiración

Tras sus problemas de salud, la joven decidió cambiar de rumbo y comenzó otro inusual negocio: vender botellas de la transpiración de sus senos.

Matto ideó la nueva empresa justo a tiempo para el verano y ya está resultando muy lucrativa. “Si el sudor de pecho es el nuevo ajetreo secundario, estoy aquí para ello”, dijo Stephanie con entusiasmo en una entrevista publicada en The New York Post.

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