Tras la difícil situación económica, política y social que atraviesa Venezuela, cientos de venezolanos tomaron la difícil decisión de salir de su país, en búsqueda de nuevas oportunidades para ellos y sus familiares.
Corresponsalía lapatilla.com
No obstante, el venezolano se ha caracterizado por ser noble, humanitario y solidario. Una muestra de esto es el carabobeño Alí Perera, quien emigró a Chile, donde se radicó no solo pensando en él y su familia, sino en los millones de venezolanos que quedaron en su tierra, sorteando dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
Es así como este venezolano, nacido en la parroquia Canoabo, un pueblito del municipio Bejuma, en el occidente de Carabobo, decidió hacer algo por los más necesitados.
Un sueño hecho realidad
Alí Perera es un joven soñador, lleno de metas y con un corazón muy noble. Llegó a Chile en 2018 buscando un mejor futuro como miles de venezolanos. “Vendí sábanas, cuidé adultos mayores, trabajé en un banco y actualmente trabajo en un minimarket”, relató a La Patilla.
Sin embargo, la idea de ayudar a los demás rondaba en su cabeza desde muy pequeño. “Es un sueño que tuve desde niño: tener una fundación de ayuda social. No me imaginé el peso que esto tendría”, confesó Perera.
Este licenciado en Educación, mención comercio, egresado de la Universidad de Carabobo, contó que todo empezó a tomar forma luego de vivir un episodio un poco doloroso: un amigo en Venezuela enfermó, necesitaba un medicamento que no conseguían y luego de mucho padecer murió. “Cuando conseguimos el medicamento era tarde”, lamentó.
En ese entonces, Venezuela pasaba un momento muy crítico, marcado por una fuerte escasez de medicamentos, entre otros insumos de primera necesidad, que se conseguían con suerte en el mercado negro a elevados costos, lo que hizo cuesta arriba la ubicación del medicamento de su amigo.
Es así cuando este carabobeño convierte la crisis en una oportunidad. A través de Funvida Mundo Internacional decide ayudar desde Chile a los más vulnerables que se encuentran en su país, en especial en su natal Canoabo.
Bajo el lema de “por y para la vida”, Funvida inició sus labores desde Chile en agosto de 2020, pero fue hasta diciembre de ese mismo año que lograron formalizarse. La situación pandemia retrasó los trámites, “algo que se podía hacer en dos meses, llevó siete”, agregó.
De igual manera, el factor económico también supuso un reto. “Se necesita mucho dinero para costear abogados y trámites legales”, explicó. Gracias a una fundación en Chile llamada Probono, que presta servicios legales gratuitamente, lograron registrar la empresa.
Posteriormente, constituyó Funvida Canoabo, bajo la dirección de Iris Pacheco, quien se encarga de recibir las donaciones en el territorio nacional para luego ser repartidas en los sectores vulnerables.
Una gran arca
Actualmente son muchos los que se han sumado al arca, como le llama su fundador a este hermoso proyecto. Cuentan con más de 40 voluntarios en todas partes del mundo.
“Somos una organización pluricultural. Sin distinción de credo, raza, religión, cultura, color de piel, y muchos menos ningún tipo de tipificación política”, aclaró Perera, quien dice que solo están enfocados en mejorar la calidad de vida de los más necesitados.
Han logrado conseguir en calidad de donación medicamentos desde España y Estados Unidos. Los beneficiados no solo son de Carabobo, como era inicialmente, sino de otras partes del país. Ya han hecho envíos a Zulia y Aragua.
Funvida se encuentra en la reformación de sus estatutos. “Hemos actualizado la mirada. Queremos educar para la vida. Queremos convertir Funvida en un proyecto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, anunció.
“Deseamos seres humanos que edifiquen, que sean parte de la co-construcción, y con ello poder aplicar todos nuestros talentos individuales, y lograr ser parte del avance, del verdadero impacto y de la transformación social en nuestras comunidades”, explicó el presidente de la fundación.
Añadió que desde Funvida desean seres humanos que sumen, que sean parte de la multiplicación de experiencias, conocimientos y saberes, “todo en pro de los más frágiles”, sostuvo.
Mitigar las debilidades en educación
Iris Pacheco, quien lleva la batuta de la Fundación en Venezuela y es docente en proceso de jubilación, contó un poco sobre la nueva visión que tiene Funvida en reforzar la parte educativa, en vista de las evidentes debilidades que atraviesa este sector en el país.
“Estamos preocupados por el tema de la educación, no hay una adecuada educación, por una u otra cosa, y queremos reforzar esta área”, reveló.
Señaló que lamentablemente existen situaciones que llevaron a que el sistema educativo esté mermando su calidad, afectando a la nueva generación, como docentes mal preparados, mal pagados y la desmotivación que reina en los jóvenes por continuar estudiando.
En tal sentido, tienen planteado dictar tareas dirigidas en todos los niveles educativos y talleres de crecimiento, “como decía Simón Rodríguez educar para la vida”.
Para lograr estos objetivos tiene planteado apoyarse en profesionales o expertos en distintas áreas que deseen colaborar con sus conocimientos y talentos a la fundación. Confían en que serán muchos los que lleguen a aportar un granito de arena en este tema tan importante.
¿Qué puedes donar?
Desde que iniciaron sus operaciones son más de 1.800 los beneficiados por Funvida. “El principal objetivo de Funvida Internacional es promover la solidaridad nacional e internacional ante las condiciones de pobreza y profunda desigualdad constatada tanto en la comunidad de Canoabo, como en muchas otras regiones de Venezuela”, explica Perera.
Hace poco realizaron la Primera Jornada de Recolección 2022 en la Región Metropolitana de la República de Chile, en donde el pueblo chileno fue muy receptivo, dijo Perera.
Reciben donaciones de medicamentos de todo tipo, vitaminas, insumos médicos hospitalarios, como batas, tapabocas, gorros, guantes esterilizados y descartables, yelcos, jeringas, micro y macro goteros, entre otros, que son llevados a centros públicos de salud del país que están desprovistos de lo esencial para atender a un paciente.
Equipos médicos, dispositivos y utensilios ortopédicos, productos para higiene y aseo personal, así como alimentos nutricionales, pañales de niño y adultos, equipos de supervivencia (linternas LED, baterías, gotas y pastillas para purificación de agua aquamira, repelente de mosquitos, mosquiteros) y material educativo, también están en la lista de las cosas que usted puede donar.
Quienes deseen colaborar o ser beneficiados por esta fundación pueden ubicarlos en su cuenta de Instagram o en su página web .
“No están solos, no pierdan las esperanzas” fueron las palabras de Alí Perera para sus hermanos venezolanos, con la firme convicción de que pronto todo estará bien. Mientras tanto existen muchas personas como él que tratan de darle una mano amiga a los más golpeados por las deficientes políticas públicas implementadas en las últimas dos décadas por el chavismo.