Descubierto el principio matemático detrás de los escutoides, las formas geométricas de moda

Descubierto el principio matemático detrás de los escutoides, las formas geométricas de moda

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Un equipo de científicos españoles anunció el 27 de julio de 2018 el descubrimiento de unas nuevas formas geométricas: los escutoides, una especie de prismas retorcidos observados por primera vez en las glándulas salivales de las moscas de la fruta. Y entonces sucedió lo inimaginable. Se desató una fiebre por los escutoides en la cultura popular. Sin intervención de los investigadores, multitud de empresas pusieron a la venta productos con forma de escutoide: pendientes, vasos, anillos, maceteros, tarros de miel. Los escutoides aparecieron hasta en el show de Stephen Colbert, uno de los programas más vistos de la televisión estadounidense. Este miércoles, los padres de estos objetos geométricos anuncian un nuevo descubrimiento: el principio matemático que explica cómo se conectan las células con forma de escutoide en el interior de los seres vivos.

Por: El País





Los escutoides se llaman así por el biólogo Luisma Escudero, sevillano de 46 años e iniciador de las investigaciones. Escudero, del Instituto de Biomedicina de Sevilla, es un experto en biología del desarrollo, la disciplina que estudia cómo una única célula —un óvulo de la madre fecundado por un espermatozoide del padre— se va multiplicando hasta dar lugar a un nuevo ser humano de 30 billones de células, cada una en su lugar adecuado.

El equipo de Escudero se fija en aspectos muy concretos, empleando como animal de laboratorio la mosca de la fruta. Por ejemplo, investigan cómo los tumores cambian la estructura de las células del epitelio, el tejido que reviste las superficies y los conductos de los animales. El 27 de septiembre de 2016, el biólogo adelantó en un congreso científico en Begur (Girona) una inesperada observación: las células del epitelio de las glándulas salivales de las moscas no tenían forma de prisma normal o de pirámide truncada, como se pensaba hasta entonces, sino una extraña forma todavía sin nombre. Uno de los científicos del público, el bioquímico Francisco Martín, amigo de Escudero, tuvo una idea y la proclamó: “¡Escutoides!”.

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