Sin lugar a dudas, cuando se llegue a finales de año y se destaquen los momentos más relevantes del año, en el mundo del celuloide y del espectáculo difícilmente habrá algo más relevante que ‘The Slap’. Con este término ha pasado a la historia el vergonzante episodio acaecido en los Premios Óscar que le valió a Chris Rock un bofetón de un iracundo Will Smith tras un comentario del cómico sobre Jada Pinkett.
Desde aquel momento mucho se ha dicho y se ha escrito al respecto y, evidentemente, ha sido Will Smith el que ha tenido que pagar el precio más elevado. Desde que se produjera la agresión al Rock, Will Smith ha vivido un verdadero calvario. A pesar de pedir disculpas y asumir su error en diferentes ocasiones, el viento no ha dejado de soplar en contra. Sometido al escarnio público, el actor renunció como miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, pero no le sirvió para evitar que esta le castigara prohibiéndole acudir a ningún evento ni programa, en persona o virtualmente, durante los próximos 10 años.
Pero parece que hay luz al final del túnel y el actor poco a poco parece levantar la cabeza. Su nombre comienza a sonar para nuevos proyectos y Emancipation, cinta en la que interpreta a un esclavo fugitivo que lucha por su libertad en los peligrosos pantanos de Luisiana y cuyo estreno Apple congeló a pesar de haber sido rodada en 2021, verá la luz finalmente el próximo 2 de diciembre en cines y el 9 estará disponible en streaming.
Recientemente el actor norteamericano invitó a algunos amigos a una proyección privada de la cinta entre los que se encontraba presente Floyd Mayweather a pesar de que hasta hace unos meses la leyenda del boxeo era un conocido más de Will Smith. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
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