Es un hecho cierto el riesgo que están corriendo hoy en día las primarias en la oposición venezolana, cada paso que se está dando apunta hacia esa dirección, y aunque sea consciente o inconscientemente por parte de los actores políticos, el camino que llevan dará lugar a un quiebre, y lastimosamente esa ruptura podría hacer imposible la realización de tan importante consulta, o por lo menos, si se concretan, sería con una participación tan irrisoria de la población que se traducirá en un acto con una legitimidad casi nula, perdiéndose así una posibilidad de reconexión entre líderes y ciudadanos, convirtiéndose entonces en una herramienta de vanidad sin ningún valor con efecto electoral para el posible ganador de las mismas.
Pero ¿Qué está sucediendo para pensar que las primarias están en riesgo?
Son varios los factores que hacen llegar a esa conclusión, el primero de ellos lo vemos en la reciente decisión del G3 en acabar la presidencia interina de Juan Guaidó, logrando con ello colocarlo en la acera del frente dividiéndose así aún más la oposición. Antes de esa decisión tomada por Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Acción Democrática partidos estos que controlan la Mayoría de la AN del 2015 todavía quedaban rendijas por donde la Unidad se podía mantener, pero ya en estos momentos es difícil invocar un concepto dirigido hacia los ciudadanos mientras la clase política demuestra justamente lo contrario.
Otro elemento se percibe al ver la lentitud con la que está trabajando la comisión de primarias, pareciese existir cierta presión por parte de algunos grupos para retrasar el evento, buscando “el timing político” en donde se puedan ver favorecidos y así poder presentarse al evento con mayores probabilidades, o no dejar posibilidad de que se realicen con un posible adelanto electoral en las presidenciales y obligar a un “consenso opositor”, lo cual sería en mi opinión una acción vulgarmente inadecuada.
Es un secreto a voces conocido muy bien por los dirigentes políticos que en la población existe un descontento generalizado, la apatía que tiene el ciudadano con referencia a las actuaciones de quienes pretenden conducir la lucha para lograr elecciones justas no tiene precedentes y esto conlleva a la desafección política que actualmente reina en el subconsciente colectivo, aunque es a todas luces una situación negativa, genera un caldo de cultivo muy favorable para que aparezca un outsider, que, si consigue reunir las condiciones idóneas, con un discurso duro pero verdadero, que se perciba irreverente, políticamente incorrecto, sin abstractos, diciendo donde estamos y qué podemos hacer, puede verse favorecido logrando reconexión con las personas y de darse el caso entraría en el tablero político por fuera de las primarias obligando con ello a uno o dos dirigentes más para competir en ese nuevo terreno.
No es mi deseo asomar dudas sobre la conveniencia de las primarias, creo firmemente en ellas como vehículo para el reencuentro entre políticos y ciudadanos; Pero analizando los elementos ya descritos en este artículo, puedo concluir de forma a priori lo que tal vez sea el destino de las primarias, y por ello digo: LAS PRIMARIAS ESTÁN EN RIESGO.
@felojimenez