¿Cuándo empieza a ser peligroso que una extremidad “se quede dormida”?

Hormigueo al dormirse la pierna Dreamstime

 

La palabra “hormigueo” es muy apropiada para describir las sensaciones que percibimos cuando “se nos ha dormido” alguna extremidad, porque realmente sentimos que cientos de hormigas están andando sobre nuestro brazo o sobre nuestra pierna. Pero no son insectos, lo que está ocurriendo es que estamos sufriendo lo que se conoce como un ataque de parestesia temporal.

Por La Razón





Normalmente esta sensación tan desagradable es inofensiva y acaba desapareciendo después de un rato, pero hay casos en los que puede ser algo más grave. Cuando aumenta la intensidad y la frecuencia de este “hormigueo”, entonces podemos estar frente a un caso de parestesia crónica y entonces sí que es necesario recibir asesoramiento médico.

La parestesia temporal o transitoria suele ocurrir cuando hemos estado un buen rato sentados con las piernas cruzadas o cuando nos hemos tumbado con el peso de la cabeza sobre el brazo. Estas posturas extrañas provocan que pincemos un nervio y que hagamos una presión continuada sobre él, lo que se traduce en esta sensación de “hormigueo” de la que hablábamos al principio. Pero este no siempre es el caso. Hay otras posibles causas por las que podría aparecer la parestesia:

Síndrome del túnel carpiano

Los movimientos repetitivos realizados con los dedos hacen que el canal del túnel carpiano se inflame. Cuando el nervio se queda atrapado en el túnel de la muñeca, se produce este hormigueo en las manos. Es una afección bastante común en programadores, escritores, músicos, etc.

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