Los bomberos rusos lograron sofocar hoy los incendios desatados la víspera en cinco localidades de la región rusa de Sverdlovsk, cerca de los montes Urales, que destruyeron 195 casas.
“Los incendios en las localidades de Tayozhni, Visim, Neustróyeva, Karpinsk y Progress fueron extinguidos, en Sosva fue controlado. Ardieron 195 construcciones, de ellas 140 viviendas”, informaron los servicios de emergencias locales, citados por la agencia TASS.
Según las autoridades locales, el incendio fue provocado por la quema de aserrín en un aserradero aledaño a Sosva, localidad en la que murió una persona a consecuencia del siniestro.
“Se incumplieron las normas de seguridad establecidas”, afirmó una fuente de Emergencias, citada por la prensa rusa.
En Sosva, epicentro de los incendios, la aviación de la Guardia Nacional rusa (Rossgvardia) derramó más de 24 toneladas de agua recogida en el río homónimo, ubicado a 2 kilómetros de la localidad.
Los incendios dejaron sin techo a 659 personas, incluyendo 148 niños.
Las autoridades locales ya anunciaron una primera ayuda material de 10.000 rublos (122 dólares) a los damnificados y crearon una comisión municipal que valorará los daños ocasionados a cada una de las propiedades afectadas.
Además del aserradero donde se originó el incendio, ardió el hospital de una cárcel regional rusa, seis vagones con 4.000 metros cúbicos de madera aserrada y sufrieron daños instalaciones de la red eléctrica local.
De la institución penal fueron evacuadas alrededor de 240 personas, sin que nadie resultase herido, que fueron remitidas a otras cárceles.
Debido a los fuertes vientos, el incendio se extendió rápidamente por varias localidades vecinas.
Muchos de los afectados no tuvieron tiempo ni de recoger sus documentos y tarjetas bancarias, por lo que las autoridades les pidieron presentar las solicitudes para su restablecimiento.
A la región acudió un grupo del Ministerio de Emergencias de Rusia, encabezado por el viceministro Iliá Denísov, para coordinar las labores de extinción y la ayuda a los damnificados.
EFE