Qué consecuencias puede tener el potente fenómeno de El Niño que los científicos pronostican para los próximos meses

Qué consecuencias puede tener el potente fenómeno de El Niño que los científicos pronostican para los próximos meses

En 2017, El Niño causó lluvias torrenciales en Perú que derivaron en inundaciones y deslaves que afectaron a miles de personas.

 

 

 

La última vez que se formó El Niño fue en 2016 y sus efectos se dejaron sentir en todo el mundo.

Por BBC Mundo

Este fenómeno climatológico contribuyó al aumento récord de las temperaturas globales, a la pérdida de bosques tropicales, al blanqueamiento de corales, a la generación de incendios forestales y al deshielo polar.

Ahora los científicos creen que volverá a ocurrir y por eso están alertando sobre la posibilidad de que en los próximos meses se forme un Niño potente en un contexto en el que, además, está ocurriendo un calentamiento “brusco e inesperado” de los océanos, lo que en conjunto podría llevar la temperatura global a niveles de récord entre 2023 y 2024.

Pero ¿qué sabemos de este fenómeno y por qué preocupa?

Eventos extremos

El Niño es un fenómeno climatológico natural -no causado por el hombre- del que se tienen referencias, al menos, desde finales del siglo XIX.

“El Niño es básicamente un cambio en la fuerza y dirección de los vientos alisios que soplan de este a oeste en el océano Pacífico, que hace que el agua cálida que se encuentra en la parte occidental del océano Pacífico se mueva hacia la región central y este del Pacífico”, explica Ángel Adames Corraliza, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Wisconsin.

No se trata de un cambio inocuo.

El experto señala que el movimiento de esas aguas cálidas propicia un aumento significativo de las temperaturas oceánicas del centro y el este del Pacífico.

“Las temperaturas oceánicas altas son más conducentes a aguaceros fuertes y a inundaciones. Y eso tiene consecuencias en el ciclo hidrológico de la costa oeste de América del sur, especialmente en Perú y en Ecuador. Incluso hay unos efectos directos en la circulación atmosférica que causan cambios en las condiciones del tiempo y en el clima en general tanto en Norteamérica como en Sudamérica y en otras partes del mundo también”, señala.

 

 

Adames asegura que esto genera preocupación, en especial, porque un El Niño potente -como el que se está pronosticando para este año- suele estar asociado a eventos meteorológicos extremos.

“Estamos hablando de la posibilidad de ver eventos meteorológicos extremos que no tienden a ocurrir comúnmente, porque El Niño básicamente cambia el clima. Así que vemos cosas que no son usuales en la diferentes regiones. Esa es una razón para preocuparse”, señala.

Este fenómeno meteorológico hace, por ejemplo, que en regiones usualmente muy lluviosas como el norte de Australia ocurran sequías y fuegos; mientras que en lugares como la costa oeste de Sudamérica, cuyo clima es seco y que es conocida por sus desiertos, se produzcan fuertes lluvias.

“El primer impacto que se ve es el calentamiento fuera de las costas del Perú. Este año, si no se rompió el récord está casi por hacerlo. Está extremadamente cálido y hemos visto unos aguaceros con una intensidad y fortaleza que no se ven comúnmente, excepto cuando tienes esas temperaturas bien altas, causando tremendas inundaciones, deslizamientos y pérdidas de vidas y de recursos materiales”, afirma Adames.

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