José Gregorio Contreras: Resplandece y se respira la fuerza indetenible del cambio

José Gregorio Contreras: Resplandece y se respira la fuerza indetenible del cambio

Con toda seguridad puede afirmarse que los venezolanos estamos viviendo el movimiento político más importante que ha experimentado nuestra república desde su creación, solo comparable con la claridad libertaria de la preindependentista conspiración de Gual y España (1797) y la sustancialidad política e ideológica  del proceso que desembocó en los eventos del 19 de abril (1810).

Es bien sabido que durante estos últimos veinticuatro años ha habido un intento de someter a nuestra sociedad, destruyendo el sector productivo, condenando a sueldos de hambres a todos los trabajadores del  sector público y en el escaso sector privado igual por su poca capacidad de producción.

Pero a pesar de esta situación la voluntad emancipadora  de los venezolanos, su anhelo por romper con tal condición,  no ha sido mermada. El clima de insubordinación contra esta desgracia lo expresan todos los días los venezolanos en nuestras calles. Las manifestaciones de apoyo que se observan en todos los lugares de Venezuela que visita la líder María Corina Machado son muestras de deseos irreversibles de cambio, sin duda alguna el momento destaca por su rebeldía ante el estado de cosas imperantes.





Los veinticuatro años de esta desgracia que marcan las luchas nacionales, en una sociedad sometida al hambre, a la falta de gasolina, a la imposibilidad de nuestra gente para movilizarse, no han sido obstáculos que  impidan a nuestra gente asumir el sacrificio de dar la lucha contra el intento por dominarlos, que es la pretensión mayor del régimen. Los venezolanos estamos demostrando en las calles el convencimiento de luchar contra esa perversa intención de abatirnos y aniquilarnos con dominio total, materializando lo que hoy lucen como amenazas dirigidas contra nuestras vidas, libertad y propiedad.  

Con las manifestaciones que hoy  vemos en la calles de Venezuela, nuestra gente pone de manifiesto el ideario dejado como legado por uno de nuestros padre fundadores, Juan Germán Roscio, el principio de la revocabilidad que tienen como derecho los pueblos frente a gobiernos que no cumplen con sus obligaciones de conceder protección, libertad y bienestar. Los venezolanos luchan para no dejarse sustraer sus fueros sagrados e imprescriptibles.

Los venezolanos están demostrando que el único miedo que sienten es el de perder su libertad, que no habrá nada, a pesar de las limitaciones y la situación paupérrima que se vive, que pueda detener sus aspiraciones de dar al traste con esta desgracia, el sacrificio, el deseo se siente y se vive en las calles de Venezuela. 

La verdad es que la lucha por la autonomía y libertad de nuestra sociedad demuestran cómo una sociedad dispuesta a darlo todo encuentran en esa fuerza sus propios formas de organización, toma realmente conciencia de la necesidad del sacrificio; de esta manera los venezolanos se preparan para superar el obstáculo, nuestra sociedad está dando muestras de independencia y autosuficiencia ante el actual estado de cosas para superar los escollos. 

En este negro periodo de la historia venezolana comienza a resplandecer un faro de luz en toda la geografía de la república, esta luz orienta la fuerza indetenible que está produciendo los anhelados cambios y la reconquista de la libertad en Venezuela; esta fuerza que crece a pasos de gigantes, está potencialmente en todos nosotros y el cambio que ella produce, con nuestra participación activa, se respira en cada calle que recorre María Corina Machado.

Sueños, anhelos democráticos y buena vida en libertad, inconformidad, decepción, frustración y rabia contra quienes nos han negado estos derechos, son la energía de esta fuerza imparable que nos mantiene vivos, activos en  la participación, vigilantes de cada acción y traición del régimen, y expectantes, generando, al mismo tiempo, todas las acciones legítimas necesarias para que se concrete en libertad el esperado retorno del mundo democrático y de desarrollo que merecemos; los objetivos de esta indetenible fuerza son muy claros, las acciones necesarias para su logro apuntan y avanzan de forma contundente hacia a ellos; esa fuerza y determinación debemos decirlo en un grito, al unísono e incurriendo en reiteración, no podrá ser detenida, pues cuando un pueblo se decide a ser libre no hay nada que lo detenga…