Richard Casanova: ¿Qué hay realmente detrás de las inhabilitaciones?

Richard Casanova: ¿Qué hay realmente detrás de las inhabilitaciones?

La inhabilitación de María Corina Machado luce intempestiva pero realmente estaba cantada. Es también predecible que sus seguidores intenten poner a su favor esta nueva arbitrariedad del régimen. En efecto, uno de ellos decía que “en la mítica sala situacional de Miraflores, saben que ella le puede ganar de calle una elección a Maduro”. Es un análisis muy simplista -a mi juicio- pues la realidad es que cualquiera puede ganarle una elección a Maduro, siempre que haya unidad. Es decir, con un gobierno que tiene 80% de rechazo, el candidato no es determinante, lo imprescindible es unificar a las fuerzas democráticas, de lo contrario la hipótesis válida es la inversa: sin unidad, ninguno podrá ganar y mucho menos “de calle”. Insistir en que “mi candidato(a)” es la única opción para ganarle a Maduro es estar fuera de foco, es fanatismo infantil, quizás ignorancia y lo peor, es seguir con el mesianismo que nos ha traído hasta aquí.

La otra tesis que ha circulado es que la inhabilitación de MCM pretende victimizarla para subirla en la opinión pública porque -según la narrativa del chavismo- es la candidata de la extrema derecha, la que representa a los grupos económicos, a las élites y a la oligarquía, etc. Por eso el régimen buscaría la forma de impulsarla hoy para poder derrotarla fácilmente en el 2024. Según dicen, había que emparejarla con Henrique Capriles, quien para muchos analistas tiene la primera opción de ganar las primarias, más allá de las encuestas. En todo caso, la verdad es que esta otra hipótesis luce tan interesada o sesgada como la primera. Puede haber algo de cierto en una u otra, pero ninguna de ellas es la verdadera razón de esta tropelía.

La real motivación de este zarpazo al Estado de Derecho es boicotear las primarias, impedir que la unificación de las fuerzas de cambio sea resultado de un proceso armonioso y minar el camino a la victoria -no de éste o aquel candidato- sino de la Venezuela democrática. Además, sembrar desaliento, frustración y desmovilizar a ese país, instalando en el subconsciente colectivo la idea de que “el régimen puede hacer lo que le da la gana” y en consecuencia, “esto se jodió”, lo cual no es cierto aunque las arbitrariedades así lo sugieran.





¿Cuál es la otra realidad de las inhabilitaciones? Que en este país estamos todos inhabilitados potencialmente. Recordemos lo que pasó en las elecciones de gobernadores en Barinas. El gobierno llegó al extremo de inhabilitar a Superlano después que había ganado y cuando surgió la posibilidad de que su esposa fuera la candidata en la repetición de los comicios, también la inhabilitaron. Y siguieron con sus desmanes… Pero la gran lección de Barinas fue que la oposición tuvo la inteligencia y madurez para armar una formula unitaria, y el régimen pagó el costo político de sus abusos pues a pesar de que -con impudicia y sin límites- hicieron todo para ganar, la plataforma democrática les propinó una monumental derrota en la “cuna de la revolución”. Esa es una prueba contundente de que no es cierto que “el gobierno hace lo que le da la gana y esto se jodió”. Será así sólo si nosotros dejamos de actuar con espíritu unitario y abandonamos los espacios de lucha. A esto se refiere Capriles cuando dice que “tenemos que ganar por knockout” y quisiera creer que a eso se refiere María Corina cuando dice que es “hasta el final”. Por cierto, digo que quisiera creer porque cada quien puede tener una idea distinta del final. Algunos aspiran a un final convulso, violento, porque dizque “dictadura no sale con votos; mientras otros apostamos a una transición democrática y que la comunidad internacional respalde estos esfuerzos por evitar un desenlace cruento. Por esta razón es también muy importante que las primarias sean un proceso exitoso, signado por el respeto y la tolerancia entre los competidores.

Al margen de las preferencias de cada quien, hay que pensar que cualquiera que gane las primarias será el candidato de todos y tendrá la posibilidad de hacer realidad el cambio. Será el candidato de la unidad, aunque el régimen estimula desde ya a varios candidatos seudo-opositores para dividirnos. Los venezolanos tenemos que estar muy claros que todos los candidatos que se lancen a las elecciones presidenciales sin competir en las primarias -todos, sin excepción- son títeres divisionistas del régimen. 2) Nuevamente aquí Barinas nos aporta una lección: en las elecciones de gobernadores, el gobierno también promovió su candidato para dividir ¿Y qué pasó? No pudieron, Claudio Fermín hizo un papel vergonzoso que lo sepultó políticamente.

Así que haciendo una analogía podemos decir que ahora el gobierno también tendrá que pagar el costo político de negarle la inscripción a cualquier candidato con fuerza y legitimidad, surgido de un proceso de elecciones primarias. Por supuesto que podrán hacerlo, pero si no les bastó con la experiencia de Barinas, las fuerzas democráticas deben estar listas para darles otra dosis de la misma medicina. La conclusión es que no es éste candidato o aquel que “es indetenible”, es que cuando un pueblo decide cambiar, no hay fuerza que pueda detener su camino hacia la libertad y el progreso. ¡Venezuela, vamos pa’lante!

Twitter: @RichCasanova

Dirigente social / Arquitecto / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Venezuela.