Carlos Ochoa: Renovación de liderazgo y esperanza

Carlos Ochoa: Renovación de liderazgo y esperanza

En la jornada electoral de este domingo hay que reconocer el enorme esfuerzo de la Comisión Nacional de Primarias y las juntas regionales, contra todo pesimismo la gente salió a votar y por un día recuperó el aliento de este agotador maratón que han significado estos 24 años de desencuentros, llanto, separación y luto.

 Estamos iniciando una nueva etapa donde nada está asegurado, aún faltan muchas batallas civiles por darse, el pueblo que se expresó envió un mensaje claro y contundente de relevar el liderazgo opositor que representan los partidos históricos que pocas veces colocaron en esta etapa los intereses y la angustia de la gente por delante, prolongando innecesariamente  al más nefasto gobierno de la república, bien sea por torpeza, negligencia o complicidad.

El nuevo liderazgo presidido por María Corina Machado va a enfrentar el reto de construir una opción de cambio con todo el poder del gobierno en contra, además de la disminuida élite política opositora que va a intentar complicarle el camino para desconocer el liderazgo genuino que por decisión de los venezolanos tiene que asumir para liberar a Venezuela de la esclavitud socialista que Chávez y después Maduro implantaron en el país copiando el modelo de destrucción cubano.





No es poca cosa la tarea que tiene por delante María Corina, regresarle la esperanza a los venezolanos es el primer paso para activar la voluntad de cambio, esa conexión emocional pasa a partir de hoy a un segundo nivel que es el de hacer valer su liderazgo a lo interno de la oposición, para ello tiene que hilar fino y dar pasos firmes en un terreno pantanoso sin hundirse con el pasado que está representado en el llamado G3, lejos queda el interinato y las cúpulas de unos cascarones de partidos que se quedaron sin pueblo y militancia, la muerte por obsolescencia política ocurre cuando no se interpreta correctamente la realidad por un fallo de las percepciones que avisan el error pero no son corregidas, eso es lo que le ocurrió a los partidos tradicionales este domingo cuando el tsunami Machado les paso por encima sin que pudieran sacar algún truco de la chistera para confundir, crear incertidumbre o sospecha.

Este domingo 22 de Octubre los venezolanos que viven fuera y los que están resistiendo en el país han protagonizado una épica civil sin precedentes, no sólo desafiando a un gobierno autoritario que amenazó a candidatos, miembros de la Comisión Nacional y a los vecinos que prestaron sus hogares para instalar las mesas, junto a los que reciben la bolsa de gorgojo y 120 bolívares que son un insulto a la necesidad del pueblo.

No estoy seguro que esta etapa culmine en una elección en donde Maduro entregue el poder democráticamente, las revoluciones socialistas llegan al poder por la vía de los votos y después se niegan a entregar con el argumento de una épica trasnochada que tiene como objetivo atornillarlos en el poder en nombre de una fraudulenta representación que gestiona la felicidad y la prosperidad de los pueblos cuando la realidad es todo lo contrario.

En ese escenario cuando se saben sin respaldo optan por ser desalojados por rebeliones militares, protestas civiles o una mezcla de ambas para asumirse como víctimas y no como victimarios, previo arreglo y garantías de su integridad y sus bienes, preferiblemente para gozar de una impunidad inmerecida.

Estoy solamente dibujando uno de varios escenarios probables, lo cierto es que lo deseable para la paz del país es una transición en paz por la vía electoral, pero no se puede contar que vaya a ser como la mayoría aspira, María Corina tiene ahora una misión complicada que no imposible, primero unir a lo interno los factores que participaron en la elección primaria bajo un liderazgo que cuenta con el aval de los resultados, luego convocar al país más allá de las fronteras invisibles de las organizaciones a participar en la complicada tarea de conformar una coalición renovada  para reducir moral y políticamente a Maduro  hasta que renuncie o lo renuncien, negocie o lo negocien.

Lo extraordinario de esta demostración de civilidad es que le devuelve al venezolano su protagonismo, más de tres millones de voluntades se pronunciaron y estoy seguro que esta vez los resultados van a ser irreversibles de verdad, porque cuando un pueblo decide ir hasta el final no hay fuerza que lo detenga.