Las claves del “sofisticado” secuestro del teniente venezolano Ronald Ojeda en Chile

Las claves del “sofisticado” secuestro del teniente venezolano Ronald Ojeda en Chile

Ronald Ojeda Moreno. Foto: Cortesía

 

 

 





Una operación de la inteligencia venezolana; un autosecuestro o un ajuste de cuentas por parte del crimen organizado. Estas son las líneas investigativas que trabaja el Ministerio Público y la PDI para destrabar las interrogantes que todos comenzaron a hacerse el miércoles al mediodía en La Moneda, la Fiscalía, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y las policías: ¿Por qué secuestraron al teniente coronel (R) Ronald Ojeda?

Por La Tercera

Fue la propia ministra del Interior, Carolina Tohá, quien evidenció la perplejidad que existe entre las autoridades a partir del caso. “Sería muy poco serio de nuestra parte descartar de antemano alguna (hipótesis). Pero no tenemos tampoco de antemano ningún juicio armado de que una es la verdadera y otra no”, dijo. En el gobierno no saben por qué Ojeda desapareció.

Si bien la interrogante es compartida por todas las autoridades, la única certeza que existe también es compartida por detectives, policías, fiscales y ministros. Este no es un caso cualquiera: el modus operandi utilizado para sacar a Ojeda de su departamento en Independencia, a las 3.10 de la mañana, fue planificado con tiempo, estudiado en todas sus etapas y ejecutado casi a la perfección.

Hasta ahora, estas son las claves de un “sofisticado” secuestro con muchas interrogantes y pocas respuestas.

1) Cuatro falsos detectives

Poco antes de las 3.10 de la mañana del miércoles 21 de febrero, cuatro personas vestidas de detectives llegan hasta la calle El Molino N°1755, en Independencia. Ingresan por el estacionamiento de visitas, dejan una baliza azul encendida -imitando un vehículo de la PDI- y tres de ellos suben hasta el piso 14. Tocan la puerta del departamento 1403 y en dos minutos sacan desde allí al teniente (R) Ojeda, refugiado venezolano en Chile y opositor al régimen de Nicolás Maduro.

Fuentes del caso -y policías dedicados a investigar secuestros y delitos asociados al crimen organizado- advierten que la manera de ejecutar la “extracción”de la víctima no es común. La pasividad con la que ingresaron y salieron del edificio les llama la atención, dado que si fuera un caso vinculado, por ejemplo, al narcotráfico, buscarían dejar otra señal. “Lo matan en la calle o ahí mismo”, relata un policía encargado de pesquisar al crimen organizado.

2)Autos que no dejan huella

Con la víctima a bordo del automóvil Nissan Versa 1.6 -que no tenía encargo por robo- inician la huida, y una hora después el vehículo apareció en la comuna de Renca, a un costado de la Costanera Norte. En su interior: un arma con 14 cartuchos sin percutar, un casco y un chaleco antibalas con estampados que imitaban los logos de la PDI.

En la primera revisión de las cámaras de la autopistas, ni la víctima ni los delincuentes se ven. Solo se advierten movimientos extraños asociados a dos patentes de otros automóviles que fueron utilizados esa noche. Al igual que el primer vehículo usado, no tienen encargo por robo, por lo que habrían sido clonados.

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