Accidentes de tránsito en Venezuela, un grave problema de salud pública

Accidentes de tránsito en Venezuela, un grave problema de salud pública

Fallecidos, lesionados y mutilados: las trágicas consecuencias de las imprudencias al conducir

 

 

 





Las malas prácticas y la falta de conciencia a la hora de conducir, bien sea carros, motos, gandolas, buses, entre otros, parecen estar arraigadas en buena parte de los venezolanos, quienes aplican la llamada “viveza criolla” cuando están detrás de un volante.

Corresponsalía lapatilla.com

Pero lo que muchos no terminan de entender es que esas costumbres al final se convierten en armas de doble filo, que pueden cambiar en segundos la vida de quien las practica o truncar los sueños de otros. Esto se repite a lo largo y ancho de la geografía nacional, lo que convierte a los accidentes de tránsito en un serio problema de salud pública.

La situación empeora cuando las víctimas no tienen la posibilidad ni siquiera de levantarse del pavimento y en algún hogar queda una madre esperando el regreso de un hijo que no llegará.

Ese fue el caso de Miriam Casanova, madre de Edmundo Daniel Hajale Casanova, quien falleció la madrugada del 30 de marzo de 2024, tras ser arrollado por un vehículo cuando se trasladaba en su motocicleta por la avenida Camejo Octavio de Lechería, municipio Urbaneja del estado Anzoátegui.

“Una situación así cambia la vida totalmente. La ausencia de un hijo es un dolor muy grande y adaptarse es muy doloroso. Quedan muchos planes y proyectos sin concluir. Siempre está ese espacio vacío en la familia”, describió la señora.

Edmundo, de 23 años, se encontraba trabajando como repartidor a domicilio al momento del siniestro. Esto, según familiares, lo hacía para aportar a los gastos de la casa y a la vez costear sus estudios de Derecho. Estaba cursando el octavo semestre.

Junto al estudiante universitario iba su pareja, Kariannys Córdova, quien también sufrió múltiples lesiones. Mes y medio después del suceso, la fémina se sigue recuperando física y mentalmente del trauma vivido aquella madrugada, en la intersección entre la Av. Camejo Octavio y la Av. Bolívar de Lechería.

Impacto

El impacto que puede generar una imprudencia en la carretera es tan grande, que la señora Miriam siente pánico y recuerda el episodio de su hijo cada vez que es testigo de alguna infracción en la calle, según contó.

Una situación similar le ocurre a Andrés Hajale, hermano de Edmundo, quien dijo sentir indignación cuando observa conductores cometiendo faltas sin medir las consecuencias que pueden acarrear.

Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el vehículo que arrolló a Hajale era conducido por una mujer, quien iba con otras dos acompañantes, y todas iban en estado de embriaguez. Al parecer, la que manejaba hizo caso omiso al semáforo y esto originó la fatalidad.

Alarma

Pese a que ningún organismo gubernamental ofrece cifras exactas sobre la cantidad de accidentes de tránsito registrados en la zona norte del estado Anzoátegui, en la cuenta de Instagram de Protección Civil se pueden contar al menos seis siniestros reportados durante el mes de abril, con saldo de 13 heridos y tres fallecidos.

Cuatro de esos seis eventos tienen motos involucradas, lo que en su momento generó alarma en la población, porque ocurrieron de manera seguida.

Personas consultadas opinaron que esto se debe a la proliferación de concesionarios de motocicletas y la posibilidad de pagar a crédito ofrecen los mismos.

“Debería existir algún tipo de regulación o evaluación exhaustiva a las personas que aprovechan esas opciones para comprar una moto. Ahorita ‘cualquier loco’ carga una y eso lo que hace es aumentar el peligro, porque ellos creen que andan solos por la calle”, expresó Erick Contreras.

Otros factores

Los transportistas públicos también generan preocupación en quienes suelen conducir por las principales avenidas Barcelona y Puerto La Cruz. En reiteradas oportunidades, el comité de usuarios de la zona metropolitana ha denunciado que muchos conducen a exceso de velocidad, pero hasta ahora las autoridades no han aplicado correctivos.

“Muchos lo hacen, sobre todo en las tardes, por la Vía Alterna. Pasajeros nos han hecho llegar las quejas porque sienten miedo de que en cualquier momento ocurra un desastre”, expresó Pablo Malavé, presidente del comité.

Algunos conductores también señalaron que en las principales avenidas hay puntos claves donde los semáforos no sirven como, por ejemplo, en Molorca o la entrada de Tronconal III por la avenida Intercomunal Jorge Rodríguez. Allí se apela a “la ley del más rápido”, lo que ya ha provocado accidentes.

Medidas

Alcaldías como la de Lechería o Barcelona han desplegado mecanismos de seguridad para disminuir la cantidad de siniestros viales, lo que en principio ha dejado resultados positivos.

En Urbaneja implementaron operativos policiales durante los fines de semana y en un primer balance el mandatario local, Manuel Ferreira, indicó que habían colocado 329 multas por infracciones como no usar cinturón de seguridad o casco, maniobra indebida y no respetar el semáforo.

En la ciudad capital, los funcionarios policiales comenzaron a exhortar personalmente a todo motorizado que conduce sin el casco para que lo utilice de manera obligatoria y la alcaldía advirtió que comenzarán a sancionar a los que no se apeguen a la ley.

De igual forma, en ambas localidades están asignando fiscales de tránsito en lugares claves para velar de cerca que tanto conductores como peatones respeten las normas de convivencia ciudadana.

Personas que todavía viven el duelo de perder a un ser querido en un accidente vial, como es el caso de Miriam Casanova y Andrés Hajale, sugieren la colocación de reductores de velocidad y que se hagan campañas de concientización desde las escuelas, pues consideran que los niños serán portadores del mensaje en cada hogar.