Encontraron un río escondido en la Antártida que estaba oculto desde hace 40 millones de años

Encontraron un río escondido en la Antártida que estaba oculto desde hace 40 millones de años

La embarcación MARUM-MeBo70 fue utilizada durante el trabajo en la estación justo en frente del borde de la plataforma de hielo de Pine Island.

 

 

 





Un equipo de geólogos descubrió un sistema fluvial antiguo bajo la capa de hielo de la Antártida Occidental. Este río, de aproximadamente 1.600 kilómetros de longitud, tendría una antigüedad de entre 34 y 44 millones de años.

Por Infobae

Investigadores de la Universidad de Bremen y del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina en Alemania, junto con universidades e institutos de investigación alemanes, británicos, irlandeses y suecos, han descubierto el mayor de sistema fluvial del continente blanco y lo describieron en un estudio publicado en la revista Science Advances.

Johann Klages, investigador sedimentólogo del Instituto Alfred Wegener de Alemania y coautor del estudio, indicó que este descubrimiento es un gran avance para entender las variaciones climáticas extremas de la historia de la Tierra. Explicó que estudiar estos períodos puede ofrecer información valiosa sobre las secuelas del calentamiento global: “Si pensamos en un cambio climático potencialmente severo en el futuro, debemos aprender de los períodos de la historia de la Tierra en los que esto ya sucedió”.

El equipo de Klages realizó una expedición en 2017 a bordo del buque de investigación Polarstern. Partieron desde el extremo sur de Chile hacia la Antártida Occidental y utilizaron equipos de perforación avanzados para extraer sedimentos. Estos análisis revelaron capas de dos periodos distintos, con la parte inferior datando de hace 85 millones de años (Cretácico medio) y la superior de hace 30 a 40 millones de años (Eoceno medio a tardío).

El análisis más detallado de los sedimentos del Eoceno mostró un patrón estratificado típico de un delta fluvial, similar a los del río Mississippi en Norteamérica. La presencia de biomarcadores de cianobacterias de agua dulce en estos sedimentos respaldó la hipótesis de un antiguo río que alguna vez recorrió el continente antártico.

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