Melanie Griffith: un león como mascota en la adolescencia, un rodaje salvaje con 70 heridos y una escena aterradora

Melanie Griffith: un león como mascota en la adolescencia, un rodaje salvaje con 70 heridos y una escena aterradora

Tippi Hedren y su hija Melanie Griffith junto a un león rescatado (Photo by Willi Schneider/Shutterstock

 

 

 

Pocas personas pueden presumir una infancia salvaje como puede hacerlo la actriz Melanie Griffith, quien hoy celebra sus 66 años. Cualquier anécdota parece insignificante en contraste con las de ella, donde aparecen leones, tigres, panteras negras, leopardos, elefantes y más. La actriz no creció en un zoológico, ni en un circo. Su madre, una chica Hitchcock, después de filmar el aterrador film Los pájaros tuvo la extravagante idea de proteger animales salvajes desamparados, felinos de más casi 200 kilos, sin ningún tipo de experiencia junto a su nuevo marido. Y lo hicieron, en plena California, también con el objetivo de rodar una película que quería demostrar que la amistad entre humanos y leones era posible. Aunque a juzgar por cantidad de zarpazos seguidos de puntos que recibieron el elenco y equipo de realización, la realidad no se habría ajustado a la teoría.

Gabriela Cicero

Melanie Griffith nació un 9 de agosto de 1957 en la pujante ciudad de Nueva York. Su padre Peter era un publicista de renombre. Pertenecía a un mundo que tan bien representó la serie Mad Men, con sus elegantes agencias que sonaban a máquinas de escribir y al hielo que chocaba contra el cristal de las copas de whisky de los creativos. Su madre Nathalie Hedren, que actualmente tiene 94 años, empezó su carrera como modelo. Su belleza angelical y melena dorada la llevaron a ser una de las modelos más requeridas de la Gran Manzana. Su marido, igual que el protagonista de Mad Men interpretado por Jon Hamm, era un mujeriego y aficionado a la bebida por lo Hedren decidió romper la relación. Divorciada a los 32 años, se fue con su pequeña hija a la otra costa de Estados Unidos. Se instalaron en California, con la idea de empezar de abajo nuevamente. En su nueva etapa se rebautizó con un nuevo nombre artístico Tippi, que significa encanto. La suerte estuvo de su lado, pero no del todo. El estrellato llegó demasiado fácil aunque lleno de sinsabores.

Por una publicidad el nombre de Tippi llegó a oídos del maestro del suspenso, Alfred Hitchcock, poco después de estrenar su obra más celebrada, Psicosis (1960). La convocó nada menos que para un protagónico, cuando su experiencia actoral era nula. El escenario no podía ser más auspicioso. Además, el contrato ofrecido era de cinco años. Para una madre divorciada era un motivo para festejar.

Mientras Tippi debutaba como estrella de cine, su hija Melanie, de cinco años, se quedaba bajo los cuidados de una niñera. El protagónico de Los pájaros, lejos de darle felicidad a la madre, fue un proceso tortuoso, ya que el afamado director la acosaba permanentemente. Se había tornado extremadamente posesivo y la miraba fijo cuando cualquiera se acercaba a hablarle. Algo que en esos tiempos las actrices soportaban.

Una Navidad Melanie recibió de manos de su “Tito Hitch” un regalo envuelto en un papel que prometía ser algo hermoso. Cuando desarmó el paquete, pegó un grito y corrió hacia los brazos de su madre. El rey del suspenso le había regalado una muñeca miniatura igual a su madre, vestida de verde como el traje de paño que lució en todo el film Los Pájaros, dentro lo que parecía ser un ataúd. Una miniatura monstruosa.

Más detalles en INFOBAE

Exit mobile version